❄️capitulo 24❄️

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Aspiró profundo, escupió un poco de sangre y la visión se le nubló. Debía de haber tomado medidas de mayor protección, sin embargo había subestimado al enemigo, quién haciéndose pasar por su guía hacia el lugar exacto de los acontecimientos, logró tomarlo desprevenido e incrustarle un aguijón en todo el pecho. Era demasiado similar al aguijón de Milo, pero no sabía si el veneno tendría los mismos efectos. Después de acabarlo, aparecieron otros más, pero no se dejó caer.

Escorpio estaba tenso, a qué venía todo eso de sí es que él aún guardaba sentimientos por acuario? Por qué estaba pálido y le encaró que kert nunca lo aceptaría como su propio padre?
Algo de extraño había en eso, la forma en que una gota de sudor se escurrió por su sien mientras hablaba...Muy extraño.

Tensó su mandíbula dirigiendo la vista por donde Shura se había ido, en efecto, logró ver solo una pequeña fracción de su cuerpo tendida en el suelo, y eso fue debido al pilar que cubría lo demás. Presintió algo malo subiendo a toda prisa, saltándose los escalones de a tres hasta alcanzar el cuerpo aún más pálido de Shura.

Sin perder el tiempo, revisó apresurado todo su rostro, buscando algún indicio que le indicara por qué había ocurrido aquello. Palpó a los costados de su cintura, en su abdomen para verificar el estado de sus órganos y huesos, pero nada. Al final, desabotonó la camiseta y encontró una hinchazón aún bañada en sangre, la cual había estado cubierta por una tela. Fue por eso que no había podido notarlo. Revisó el estado de su pulso y lo puso sobre su hombro cargándolo nuevamente a su templo, por la forma en que esa herida se veía, pudo deducir que era similar a la que él causaba y quizá también podría usar su propio veneno para contradecir los efectos.

Nadie logró verlo, lo llevo sobre un sofá y prácticamente le destrozó la camisa, el tiempo era una pieza clave, encendió su cosmos buscando los puntos en que debía de dirigir su aguja escarlata, y empezó a clavar dejando tintes rojos de sangre alrededor de cada orificio.

No le tenía rencor, no tenía por qué, de hecho fue él quién cuidó de Camus cuando ÉL mismo lo había dañado, a pesar de que el de Capricornio le tenga desagrado u odio le estaría agradecido en el fondo.

-Sé que puedes oírme Shura, así que vamos a aclarar esto de una vez.-habló sentándose en una silla cercana y observando la respiración calmada de Shura, inhaló y dijo.-He aceptado mi lugar en el santuario y en la vida de Camus y la de kert, comprendo que intentes protegerlos, pero no busco hacerles daño de ninguna forma, si por mí fuera, me habría largado del santuario hace mucho, y tal vez te preguntes porqué no lo hice. Bueno..es complicado decirlo, yo pagué los gastos que tuvo Camus, pero dudaba mucho en que el niño sobreviviría, así que no me importó, de todas formas ya tenía la conciencia demasiado difícil de sobrellevar, pronto los rumores me dieron a entender que tal y como predije, el niño había muerto al nacer. No sé qué sentir, ya cargo con la culpa. Han pasado años en que todo fue diferente ¿Comprendes? No pasaba ni siquiera una noche sin tener pesadillas, o no pasaba días en que incluso el patriarca era indiferente. Acepté mi destino, el mismo que tracé. Cuando Camus tenía 16, sinceramente lo festejamos a lo máximo, pero yo era un inútil, y no me duele decirlo porque en realidad era peor que eso.-tragó con dificultad.-Al verlo, y enterarme por los propios labios de kert que él era el niño a quien quise asesinar, algo en mí volvió a mostrarse, afecto quizá, no lo sé, ciertamente no debería, pero estaba tan aturdido que no sabía que expresar. La ira brotó, pero no sabía a quien dirigirla. Camus y yo discutimos, no fue algo de lo cual alegrarse, además de saber que kert se volvería mi sucesor, yo..no tenía la intención de aceptar todo esto. He estado al tanto de lo que hace Camus solamente para tratar de imaginar si es que sería feliz conmigo de no haber hecho tal desastre, pero entiendo que tú has sido una buena opción, me preocupo por kert como mi sucesor y nada más, puede que un sentimiento fraternal busque anidar en mi pecho, pero en seguida la reemplazo con la pesadumbre.
Después de más de diez años no debería de sentir nada por ambos, son extraños..o al menos así lo veo yo, por ende me di a la tarea de simplemente observar.
He tenido pasiones pasajeras, pero nada se iguala al amor que sentía alguna vez por Camus, mi amado Camus..-sonrió amargamente.-realmente creo que no lo amaba, pero siento..tsk, no importa. Ya no vale la pena decir algo así.
Death Mask, afrodita, Aioria, Mu, todos ellos estuvieron a su lado, no crean que no me he enterado, el chisme va y viene como el pan caliente por Rodorio. Ahogarme en alcohol no sirvió de nada. Me estoy volviendo loco con todo esto...-se frotó la frente sonriendo con ironía.- y lo único que falta, es que me inculpen por querer matarte.
Sería una total locura, pero si eso hace feliz a las personas, que más podría pedir, ¡aquí estoy! Pueden hacer conmigo lo que quieran, golpearme y hasta matarme, no tengo a nadie que fuere a sentir mi ausencia..

Madre a los 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora