❄️capítulo 11❄️

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Hemos cenado y pronto se fueron a dormir. Y como el piscis lo dijo, se quedó con la cama.
Nunca falta a su palabra y eso lo convierte en quien es.
Muchos piensan que es una mujer, o un hombre que se viste de mujer. Pero a pesar de todo lo que dicen, afrodita es un muchacho que desearías tenerlo solo para ti.
Te atiende, te escucha, te aconseja y te cuida. Tiene todo lo que necesito para estar mejor.

Máscara de muerte pues..como dijo Dita tiene cara de asesino en serie, sin embargo tiene corazón. Aveces hace sus bromas pesadas o chistes que nadie entiende, pero trata de animarte hasta haciendo muecas graciosas. Es una gran persona,sabe escuchar y guardar secretos. Le gusta usar los golpes más que las palabras. Gran protector si se lo propone.

Hablando de Shura, diría que es el primero que me habló en cuanto llegué al santuario. Me recibió de forma que me hizo entrar en confianza. Comprende lo que me pasa y entiende que cada cosa tiene sus límites. Nunca sobrepasa una línea a menos que esta tenga que ver sobre algo que lo afecte. Es alguien que si te pierdes te guía. Y busca encajar entre todos sin cambiarse a sí mismo.

Estos tres son los mejores.
Inseparables. Pero yo..creo que debería aprender a independizarme y adaptarme a lo que se venga. Cada día, pienso en madurar, en ser madre, en proteger y protegerme. Pensarlo es fácil, pero la momento de actuar las cosas cambian radicalmente. Decir ser maduro no específicamente lo hace ser.

Hace años soñaba con formar una familia con Milo. Pero creía que era imposible debido a nuestra fisionomía masculina. Y ahora que a sucedido, el se alejó.
Estaba pensando en no decirle que tuve al bebé, sino en esconderlo de todos, cuidarlo y entrenarlo por mi propia cuenta. No vaya a ser que dentro de unos años recapacite y crea que sí tiene un hijo. Pero será tarde y le diré que está muerto. De esta forma viviré feliz y en paz.

Aproximadamente a las 4 de la mañana en mi habitación, sentí que alguien entró y se sentó en la esquina de la cama. Estaba medio dormido así que no me tomé la molestia en creer que era verdad o una parte de mi sueño. A los segundos la persona habló. Y reconocí de inmediato que Shura era el que estaba sentado a un lado de mi. Mirando a un punto fijo, a la nada.

-Camus. Lo siento por lo que ocurrió.-dijo mientras su silueta era cubierta por una tenue luz que ingresaba por la ventanilla.-Debería de haberme ido antes que Death y Dita. Pero no podría dejarte solo aquí, con las frías noches que gritan muerte en el aire. Es peligroso Camus. No entiendo cómo te sientes seguro en este lugar. La comida es difícil de conseguir, si viene una tormenta la cabaña podría derrumbarse..
Tantos peligros.

-A...que viene todo esto Shura..-murmuré medio adormilado.-y a esta hora de la madrugada solo por eso. Pero no te preocupes ni tampoco te disculpes.-me senté tratando de no dormirme en esa posición.-Quédate aquí, conmigo Shura. Tú y yo deberíamos de construir algo juntos. No pienses que te estoy usando para olvidar a Milo, el ya no me importa.
Quiero hacer algo de lo que no me vaya a arrepentir, de verdad, y quiero que sea contigo. ¿De acuerdo?

Sonreí y mis ojos se cerraron aún sin sentarme.

-¿Nosotros? ¿Te refieres a salir? Siendo sincero..desde hace tiempo deseaba este momento y poder tener el privilegio de hacerte feliz. Comprar tu alegría con mi presencia. Estoy tan emocionado..y me gustaría que no te fueras de mi lado nunca Camus..
¿Camus?

Ni cuenta me di que me quedé dormido. Y todavía sentado mientras Shura me decía esas palabras.
Admito que odio despertarme temprano, porque me vuelvo a dormir aunque me estén hablando, porque tengo el sueño pesado.

Cuando desperté al parecer había una discusión entre Death y Dita fuera. Quizás salieron para que no los oyera pero..los estaba escuchando fuerte y claro.

-¡No entiendo cómo se te ocurre decir eso Death! Shura no tiene que quedarse. No ahora. ¡Y sabes porque?! ¡Por lo que vimos ayer! ¡Deja de encubrirlo.!

-Pero Dita ¡Entre esos dos hay química! Podemos darle una gran oportunidad dejándolos aquí juntos!

-¡QUE NO Y PUNTO!

Y listo, lograron que afrodita se enoje y sus gritos provocarían una avalancha si estuviera entre montañas. Sus mejillas se tornaban rosadas y sus cejas se juntaban de forma que daba un miedo terrible tenerlo en frente. Y en ese instante Death era el que parecía diminuto ante él. En un segundo todo dió un gran giro.

-¡NO SIEMPRE LAS COSAS DE DARÁN COMO QUIERES AFRODITA! DEBEMOS DEJAR QUE HAGAN SU PROPIA VIDA Y SI NO SE DA PUES NO HUBO SUERTE!
¡DEJA DE METERTE MÁS ALLÁ DE LO QUE NO DEBES!
¡PARECES UN ENTROMETIDO CUANDO NO LO ERES!

Apenas abrí la puerta y los vi. De Shura no había señal alguna. Me acerqué unos pasos y afrodita que me daba la espalda. Soltó un sollozo. Lo que me causo cierta culpa.

Vi que Death se le acercó e intentó abrazarlo. Dita forcejeó unos momentos antes de caer rendido a soltar unas cuantas lágrimas en el pecho de Cáncer. Una escena tierna y era claro que en ese abrazo, death se disculpaba por haberle gritado y le brindaba su apoyo. Decidí regresar dentro de la cabaña sin que se dieran cuenta. Era lo mejor dejarlos solos. Estaban en una de esas situaciones en que ambos se necesitaban. Era por mi causa que se hubieran gritado.

Noté que en la mesa había unos cuantos bocadillos. Uno para cada uno y sin probar aún.

A lo segundos ingresaron. Shura apareció en medio del desayuno algo animado. Nos dió los buenos días sonriente y me miró por unos instantes mientras yo disimuladamente desayunaba fingiendo no prestarle atención.

-Bueno Camus, Death Mask junto conmigo nos vamos al santuario. No tenemos más permiso para estar aquí, lamentablemente. Pero se quedará en tu cuidado Shura. Sé que..talvez creas necesario quedarte solo pero, si deseas que se vaya el lo hará.
Y recuerda lo que hablamos.

-No me haría daño que se quedara, últimamente me están pasando cosas raras.-sonreí de lado a afrodita, quien entendió a la perfección a qué me refería. Y entrecerró los ojos apuntándole con sus dedos a Shura advirtiéndole.

Antes del almuerzo ellos dos se retiraron con tan solo unas cuantas cosas.
Y para ser lo más honesto posible, nuevamente me entraba el "antojito" de ayer. Pero esta vez, nadie me iba a interrumpir.
Y caminé directamente en busca de Shura quien estaba en la cocina.



:)

Madre a los 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora