❄Capítulo 4

837 84 8
                                    

Shura bajó a su templo y quedé solo.
Entré a la habitación, mudé la ropa dirigiéndome hacia el baño para darme una ducha de agua fría, realmente me hacía falta y después de eso necesitaba dormir con urgencia.

Tenía demasiado sueño, apenas y podía mantener los ojos abiertos cuando me recosté de lado sobre la cama.

Los sueños empezaron a aparecer mientras dormía. Al principio difuminados pero después tan realistas..

Soñé de cuando era niño..

La tarde transcurrió de manera rápida y segura. Tuve que colocarme la armadura para ir a la reunión y poder ver a mis compañeros. Llegué como uno de los primeros. Y el patriarca preguntó sobre mi salud. Obviamente le dije que estaba bien aunque debía cuidarme. No debe enterarse de mi estado actual, no debe saberlo al menos por el momento.

Empezó a hablar sobre la desaparecida armadura de oro, prosiguió con los entrenamientos excesivos para esforzarnos para cualquier problema. Y cuando se hablaba sobre las distintas misiones cercanas al refugio apareció Él.
Milo de Escorpio.

Estaba notablemente cansado y tenía un aspecto descuidado.
Su cabello no tenía el mismo brillo de cuando me dejó, sus ojos de veían apagados. Por un momento quise correr a abrazarlo, quizá por pura costumbre. Pero eso había quedado en el pasado. Cuando dirigió su mirada a la mía. Yo bajé la cabeza mirando al suelo. Él frunció el ceño y se arrodilló frente al Gran Pontífice.

-Milo de Escorpio. ¿Algún informe?-preguntó el patriarca.

-No. Su santidad. Todo salió como lo esperado. Los alborotos por las muertes inexplicables han desaparecido.

-Muy bien. Tú misión ha sido larga y la completaste. Espero que hayas reflexionado sobre tus actos. Discúlpate con tu compañero y ve a descansar.

Lo dudaba, seguía de pie y giró su rostro.

Un raro estremecimiento recorrió mis piernas.

Sentí su mirada sobre mi.
Profunda. Sentía que me miraba hasta el alma. Se acercó en pasos lentos pero pesados, y me habló.

-Lo siento, Camus, no te puedo prometer nada, pero créeme que mi actitud contigo será como antes. Sin problemas. Lamento haber hecho que estés en reposo. Me dejé llevar por mis impulsos y cometí un grave error. Si necesitas algo solo pídemelo. Trataré de compensar lo que hice.

Al decirlo de forma tajante se retiró silencioso. Simplemente sus palabras finales me estremecieron por completo. Sentía que lo extrañaba, me sentía idiota por pensarlo.

La reunión terminó. Se habló de algunas misiones exitosas, los entrenamientos, los arreglos en el santuario para el recibimiento de la Athena de la nueva Era. E inclusive la elección de un nuevo patriarca.
Estaba decaído. Afrodita de piscis me acompañó a la entrada de mi templo. Se comportaba de manera tolerante y sabía mantenerme en paz. A decir verdad sabía escuchar y se podía confiar en él. Me gustaría decirle lo del embarazo, mas sería riesgoso decírselo tan pronto. Prefiero esperar.
El tiempo avanza rápido y mi estado quedará al descubierto.

Ahora..

¿Si es niño o niña que importa? ¡Es de mi propia sangre!
Desearía irme a vivir a un lugar diferente, sin entrenamientos, peleas, quiero una vida 'normal'.
Una vida sin remordimientos ni problemas. A pesar de que hago lo posible para que mi juventud no sea la peor las dificultades se muestran al acecho.

Varios días transcurrieron y mi estado no era el mejor que digamos, más vómitos, más mareos, desmayos, apetito de dulces o comidas extrañas.
Nada era tan saludable. Manzanas más que todo eran mis preferidas, debía andar con cinco manzanas a la mano para evitar que mi presión se altere, manzanas..por qué específicamente esa fruta?!

El patriarca pronto ha notado extraño y me permitió no ir a los entrenamientos, solo paro encerrado en mi habitación comiendo o leyendo sobre mi cama, quizá sea de puro ocio, pero se siente bien.

Milo sigue distante de otros, aunque haya decidido no sufrir por él, su rechazo repentino aún me duele.
Me siento abandonado por más que quiera distraerme.

Shura me visita a cada que puede, Mu viene junto con Aldebarán y Kiki traéndome la despensa.
Anteriormente había conseguido un apartamento fuera del santuario, pero me descompone el aroma del lugar, muchas flores y polen por todas partes. Ugh, mi organismo rechaza aquello.

Death Mask y Afrodita ya se enteraron, Aioria también. Sospecharon por mis síntomas y no tuve de otra que contarles.
A los demás no se los dije puesto que es riesgoso . Aioros, quién no está, vería la manera de decir al patriarca para que me permitiese salir del santuario y cuidarme todas las horas que pueda. Saga de Géminis se enojaría por mi descuido y vería la forma de encontrar a alguien que me vigile. Shaka de virgo simplemente me permitiría comer lo más sano como puros alimentos verdes. O puros té tradicionales. Conozco algunos de sus comportamientos que no se me olvidarían por nada.

Es un caos dentro mio.

Hoy en la noche es el cumpleaños de un compañero.
Y sé que voy a tener celos de alguien, no celos simples, sé que haré todo un drama para llamar la atención. Aunque no lo quiera. Es inevitable para mi estado, debería no ir, pero a la vez quiero ir!

¿Quien me entiende?

Estar embarazado me hace actuar diferente. Y lo peor aún es que aún lo extraño, lo quiero a mi lado, despertar junto a él...
Me había acostumbrado por bastante tiempo a su presencia.

......
.............

Me cortaron la luz :'v
Con velita ando por mi casa parecida a un alma en pena ◉‿◉

Madre a los 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora