❄Capitulo 5

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Ya era de noche, el templo de tauro estaba repleto de luces y música. Ya no me apetece ir. Sin embargo quiero ver como actúa Milo. Creo que sigo obsesionado con él por más enojado que haya estado. Guardo ese odio hacia él por haberme golpeado y el cariño que aún trato de dejar atrás.

Se oye los pasos de alguien, pronto una voz se escucha tras la puerta de mi habitación.
Sus pasos se oyen más cercanos y fuertes.

-¡Camus!.-llaman tocando la puerta.

-¿Quien es?.-Digo algo distante de la realidad.

-Soy yo, shura, ¿puedo pasar?

-Adelante.

-Oh amigo, estás de puta madre.

¿¡Que acaba de decirme!?

-¿¡Que!?

-No! No te enojes.-agitó sus manos.- En España eso se dice a algo que nos llama la atención en algo bueno. No lo tomes para mal. Perdón, debería medir mi vocabulario contigo.

-No importa, entiendo.  Mi bebé me tiene atento a todo, y créeme que me mareo a cada rato. Al final no podré distinguir si la tierra tiene un temblor o seré yo con otro mareo.

-Ah, es normal en un embarazo. ¿Qué crees que sea? Pronto se te notará el vientre más de lo normal. 

-No estoy seguro. Pero una vez mi bebé esté más grande iré a hacerme un ultrasonido. Estoy emocionado.

-Bien, espero sea una niña.

-No digas eso. Mi bebé también puede oír. Si es niño o niña no importa en absoluto, será mi compañía. Todo el cariño será dirigido a él o ella.

-Que sentimental te has puesto.-sonrió, pronto esa sonrisa se desvaneció.-¿Estás seguro de que quieres asistir a la fiesta? Digo. Allí estará ya sabes quien. Y no quisiera verte decaído.

-Lo se. Pero..no tengo que estar encerrado todo el tiempo en mi templo. Quiero salir y divertirme. Quiero cambiar. Ser diferente a como me ven los demás. Ser yo.

-Amigo, de todo corazón te digo que lo pienses mejor.- se acercó apoyando uno de sus manos sobre mi hombro.-No estoy convencido de que ya lo hayas superado. Tomaste más responsabilidad pero es dudoso en tu estado emocional.

-Dejemos el tema. El y yo no somos más allá que compañeros de la orden dorada. A todo esto,
¿irás con esas pantuflas?

-Eh? Cuáles pantufl...
Rayos, olvidé ponerme los zapatos. Es el apuro.

-Estás muy despistado. En qué piensas?

-En ti.

-No te preocupes, yo estoy bien. ¡Voy a ser mamá! Joven pero seré capaz de asumir la responsabilidad total de un hijo.

-Si..Debe ser maravilloso.
Aunque me refería a otra cosa..
¿Nos vamos?

-Por supuesto. ¿Que le regalarán a Afrodita? Es su cumpleaños.

-No tengo idea. Que le darás tú, yo le estoy regalando un conjunto de ropa. Como estaban a descuento en Rodorio aproveché.

-Yo le hice un regalo a mano. Ayer en la tarde tuve los ánimos suficientes para hacerlo y..en realidad no pude conseguir papel de regalo.

-No es problema, pasamos por mi templo y mientras me coloco los zapatos tu envuelves el regalo.
Yo tengo unos papeles que sobraron de mi anterior cumpleaños. Sabes que es mi costumbre coleccionar todo lo que me dan o encuentro por ahí en las tiendas.

-Bien. Te lo agradezco.
Me sorprende que Afrodita decida hacer su cumpleaños en casa de aldebarán.

-Es obvio. Aldebarán es el encargado de los platillos y el licor. Afrodita no es tonto, sabe que cuando termine la fiesta todo quedará en desorden y él no quiere tomarse el gusto de limpiar.

Madre a los 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora