El destino

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De tanto llorar termine durmiendome, al despertar yo seguía llorando, así que me limpie las lágrimas y dejé de llorar, después de tranquilizarse me di cuenta que alguien me estaba cargando en modo princesa, baje mi cara de su hombro y vi que era el de la capucha, estaba durmiendo.

- Oye, despierta -- le dije feliz.

El abrió los ojos y miró hacia abajo, yo también mire para abajo, grave error.

- Ay no que estamos haciendo aqui? -- dije asustada.

- Vamos a bajar agárrate --

- Si -- dije mientras me agarraba más fuerte.

Estábamos arriba de un pino muy grande, después salto, la caída fue tranquila, el aire era fresco, al aterrizar me di cuenta de que ya habían terminado las clases.

Entre a mi casa, comi, hice todo lo que tenía que hacer, me acosté en la cama y me quedé dormida, al ratito después escuche una voz que me hablaba.

- Sonia, tienes ocho minutos para arreglarte antes de que llegué Satako -- me dijo muy tranquilo.

Me levanté enseguida, me cambie, me lave los dientes y me puse los tenis.

- Te buscan -- me dijo mi familia.

- Si, ya voy --

- Antes de que te vallas dime que estabas haciendo en ese lugar? -- me preguntó el de la capucha.

- No tengo tiempo -- dije empezando a correr.

Me tomó de la mano y detuvo el tiempo, nada se movía, sólo yo y el de la capucha.

- Dime -- me dijo muy serio.

- Esataba caminando y me perdí, cuando me di cuenta ya no sabía dónde estaba ni cómo había llegado -- dije tranquila - Derrepente escuché una voz que me hablaba y fui hacia ella, después me encontré con ese sello(signo, marca) -- guerde silecio unos segundos para despues continuar - empecé a llorar y no podía parar, me acerqué al sello(marca, signo), me mostró 6 tumbas y en una de ellas venía el nombre de Satako -- estaba preocupada -- Por que tenía el nombre de Satako? --

- Ese sello, marca, signo, como le quieras llamar es el sello del destino, si el destino te mostró eso, es por que quiere que hagas o cambies algo, y lo unico que sabemos es que Satako va a morir junto con otros cinco -- dijo muy desidido.

- Que vamos a hacer? -- pregunté asustada.

- Que quieres hacer? -- preguntó desafiante.

- Yo...

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Si tienen alguna duda sobre la historia, diganmelo.

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