Mi Soulmate (KatsuDeku) FINALIZADA

Capítulo 5

De nuevo fue arrastrado por Deku a jugar al parque, vaya que le gustaba la mala vida pensaba Kacchan, porque en algún punto llegarían infantes a molestarlo y tendría que lidiar con sus ganas de explotar niños y Deku lloriquear porque lo lastimaron.

Sus peleas por suerte nunca eran más allá de un empujón o cosas de niños, de ser así tal vez no se contendría de mandarlos a volar. Estaba sentado en la banca mientras lo veía jugar.

De pronto sintió como alguien se sentaba a su lado, más bien en ambos lados y reían.

—¿Qué haces en un parque Katsuki?

—¿Que mierda les importa?

Los dos chicos con los que de vez en cuando pasaba tiempo en la escuela dirigieron su vista a lo que sea que veía el chico y vieron al pecoso que jugaba con su figura de All Might.

—¿No me digas que eres niñera?

—Como dije, no les importa.

Ambos se vieron confundidos porque claramente el chico estaba de niñera porque lo habían observado minutos antes y vieron como este sostenía los muñecos de All Might y el infante los había tomado y vuelto a jugar.

Ahora entendían porque siempre estaba ocupado en las tardes después de clase.

—¿Necesitas dinero extra y cuidas un mocoso?

—No, mi mamá me obliga porque es buena amiga de la mamá del renacuajo.

—Vaya mierda, entonces ¿Por esto ya no sales con nosotros? Debe ser un dolor en el trasero.

—No, yo digo que le gusta ser niñera.

—¡Dejen de decir mierda! Hago esto porque mi mamá me obliga y si continúan les explotarle la cara hasta que se les caiga.

—¿K-Kacchan...?

Mierda, debería de por fin aprender a cerrar la boca y medir sus palabras, porque solo quería que esos idiotas se largaran y no estuvieran jodiendo y sobre todo no les dijeran a todos que tenía su lado blando, debía mantener su imagen de chico malo para poder lidiar con la vida escolar.

Pero se distrajo y ahora Deku estaba frente a ellos a punto de llorar a mares por lo que dijo.

—¿No te gusta estar conmigo?

Comenzó a llorar y tallarse los ojos, los dos presentes se rieron divertidos por ver al infante comenzar a lloriquear y moquear frente a ellos.

—¡Cierren la boca, imbéciles!

Les explotó la cara a ambos callándolos, tomo a Deku en brazos para tratar de calmarlo.

—Deja de llorar Deku.

—Pero Kacchan no me quiere.

Vaya que era la mierda más grande de todas, el pequeño lloraba con el corazón roto y eso llamo la atención de algunos niños y padres, sus supuestos amigos lo miraban incrédulos por la explosión y como llevaba al pequeño en brazos, tomo los juguetes de este y mejor se fue a casa.

En el camino Deku seguía llorando bajito, lo veía temblar y comenzó a preocuparse que se enfermase de nuevo, tenía que calmarlo.

—Deku lo que dije no es cierto.

—Dijiste que estabas conmigo porque te obligan.

—Si me obligan, pero...

Mierda, lloro más con eso, pero no era mentira, lo habían obligado, pero le gustaba cuidar al pequeño, le gustaba estar con él, era la única cosa buena en su día que le hacía olvidar las cosas malas.

—Deku escucha, mi mamá me obligó a cuidarte, pero me gusta hacerlo, me gusta estar contigo así que deja de llorar que los héroes no lloran.

—¿De verdad?

—Sí, así que no llores, realmente me gusta estar contigo.

Se tranquilizó, aunque en el fondo aún le dolían esas palabras, porque realmente a nadie le gustaba estar con él, no tenía amigos ni nada parecido, los otros niños siempre lo molestaban y hacían aún lado.

Ese adolescente que en cierta forma Deku debía ser realista, aunque fuera la única persona (fuera de su mamá) que lo trataba bien, escuchaba y jugaba con él, era solo su niñero, alguien que en unos años no vería más y seguirá con su vida.

Kacchan se olvidaría de él, lo sabe, la diferencia de edad no les permitirá seguir el ritmo de vida del otro, cuando Deku apenas entre a la adolescencia Kacchan se estará convirtiendo en un adulto.

Su única esperanza era que su muñeca realmente no tuviera nada el día de su cumpleaños, porque sabía que era una posibilidad, escucho a su mamá decirlo con el doctor.

Al inicio le dolió porque significaba que nadie lo iba a querer y hasta cierto punto Deku imaginaba que sería así, no podía plantearse que nadie más que su mamá le tuviera algún tipo de aprecio.

Hasta que conoció a Kacchan y por algún motivo quería que este lo quisiera siempre, que el también pudiera ver a Kacchan sonreír.

Sabe que le da tristeza no tener una marca en su muñeca, por algún motivo puede sentir como le duele, aunque mienta en qué no le importa.

Ya más tranquilo Kacchan se había tirado sobre el sofá dejando a Deku jugar con su figura de All Might.

—Kacchan ¿Vas a ir a UA?

—En un año.

—Entonces ¿Ya no me cuidaras más?

El pequeño menciono eso con algo de melancolía, se notaba que la idea lo ponía triste.

—No comiences a llorar mocoso, tendré que quedarme en los dormitorios, pero vendré los fines de semana.

—¿Lo prometes?

—Solo si dejas de decir mierda de que no quieres un soulmate.

Izuku hizo una mueca pensativo en si ese trato lo tomaría o no, Kacchan frunció el ceño porque no era en si realmente un trato, sabía que si las cosas seguían como estaban seguiría frecuentando a Deku con tal de tenerlo cerca, hasta el día en que su soulmate lo reclamará y entonces Katsuki no tuviera nada más que hacer en su vida.

—Pero Kacchan debe prometer que él será feliz.

Vaya que era exigente, no, no lo sería, pero asintió mintiéndole, porque a fin de cuentas no lo podía garantizar, sería el héroe número uno, eso debería hacerlo feliz, pero hace no mucho no conocía ese verdadero sentimiento.

Hasta que conoció a Deku, pero él no era suyo, jamás lo sería, espera que el soulmate del chiquillo sea alguien digno de esa sonrisa, si es un imbécil o una zorra, les dará la paliza de sus vidas, porque tendrán a la persona más maravillosa a los ojos de Kacchan y deben apreciarla y atesorarla como él lo hace.

—Tu cumpleaños es en dos días ¿qué quieres de regalo?

—A Kacchan.

Mierda, dio un salto y casi saca volando al infante que estaba sobre él, logra atraparlo en el aire y volverlo a sentar en su regazo.

—¿Qué mierda Deku?

—Sí, quiero que Kacchan vaya a mi fiesta, solo eso, nadie más irá, pero quiero a Kacchan ahí conmigo.

Mierda que se le olvidó que tenía casi cuatro, se sentía un tonto por pensar mal, ese chiquillo sin amigos solo quería su compañía, se la daría aunque eso significara ver el nombre de otra persona en su muñeca.