Regalo

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- Mañana iré a buscarte a tu casa, tengo una sorpresa para ti.

...

Obito no paraba de pensar en la sorpresa que le tenía preparada Rin, ¿Por qué le daría un regalo? Sin duda Rin era demasiado amable y se preocupaba por el bienestar y la felicidad de sus amigos, eso hacía a Obito demasiado feliz, nadie podía medir la emoción que él sentía al estar con Rin, simplemente era algo que no podía describir.

Rin no le dijo la hora en la que ella iría a la casa de Obito, por lo que él se baño desde temprano y se vistió, no sabía si iría a su casa por la mañana, por la tarde o por la noche, pero eso era lo de menos, él estaba dispuesto a esperarla lo que fuera con tal de verla.

Obito se quedó sentado todo el día en el sofá esperándola.

- Obito... ¿Seguro qué vendrá? - decía su abuela riendo.

- ¡Obaasan! Tú sabes que Rin cumple las cosas. - decía el Uchiha con un puchero.

- Bueno, tienes razón, se trata de Rin-chan, ella llegará pronto, pero me hace mucha gracia el ver como no te mueves de ahí.

Su abuela le preparó a Obito la cena, ya era noche y Rin aún no llegaba.

Obito terminó de cenar y el timbre sonó, corrió lo más rápido que pudo a la puerta y la abrió.

- Lo siento Obito, estuve ocupada todo el día y apenas pude venir. - decía Rin agitada.

- No te preocupes. - sonrió.

- ¿Y si vamos al jardín qué hay en el bosque? Hoy las estrellas se ven bellísimas.

- Claro. - asintió Obito entusiasmado.

- ¿No quieres cenar antes de que se vayan Rin-chan? - dijo la abuela de Obito.

- No gracias, ya cené.

- Bien, no regresen demasiado tarde, cuídense, que quiero ver a mis nietos pronto Obito.

- ¡Obaasan! La cigüeña no le da bebés a niños de mi edad.

La abuela de Obito comenzó a reír por el comentario del pelinegro, sin duda su nieto era demasiado inocente.

- Vámonos. - Rin tomó la mano del Uchiha y ambos salieron de la casa, Rin lo llevó al bosque en donde se conocieron por primera vez.

- Aquí es...

- Dónde nos conocimos.

- Que nostalgia... - Obito sonreía involuntariamente, ese lugar le traía bastantes recuerdos.

La noche estaba llena de estrellas, incluso la luna tenía un brillo demasiado bello, pocas veces Obito salía de su casa por la noche a observar esa vista, y ahora con Rin era mil veces mejor.

Ambos se acercaron al árbol en donde se sentaron cuando tenían apenas 4 años, la misma luz de la luna hacía que el lugar se viera iluminado. Rin se sentó en aquel árbol e hizo un espacio para que Obito se sentará a su lado.

- ¿Podrías cerrar los ojos Obito?

Un ligero sonrojado comenzó a apoderarse de sus mejillas, Obito acató las órdenes y cerró los ojos.

- Bien, ahora extiende las manos.

Obito extendió las manos, sus manos por alguna razón estaban temblando un poco, el Uchiha era demasiado tímido que al estar solo con Rin sus piernas comenzaban a tambalear incluso estando sentado, un ligero cosquilleo también se apoderó de él.

Rin depositó el regalo que le había hecho a Obito por haberse convertido en genin, era un kunai decorado.

- Puedes abrirlos.

Los ojos de Obito se iluminaron al ver ese kunai.

- E-Esto es... - Obito no podía pronunciar bien las palabras por los nervios que tenía.

Un pequeño flashback apareció en su mente un par de segundos.

𝐅𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤:

Rin se detuvo a observar una pequeña colección de kunais que tenía Obito.

- No sabía que coleccionabas kunais.

- Solo coleccionó los que son importantes.

𝐅𝐢𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐟𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤.

- Me dijiste que solo coleccionabas los que son importantes, ¿Este podría entrar en tu colección?

- ¡Sin duda! Este es el más importante de mi colección...

- Qué va. - Rin comenzó a reírse tiernamente, le parecía que Obito exageraba un poco al decir que su kunai era el más importante.

- Lo es.

- Me alegra... - Rin estaba parpadeando demasiado, el sueño hizo que cayera dormida en el hombro de Obito, cosa que obviamente lo hizo sonrojar.

Obito comenzó a contemplar el rostro de Rin, sinceramente parecía una muñeca de porcelana, era demasiado bella, pero además de eso, era la única niña que se interesaba por el bienestar de él, que se preocupaba por él, que lo regañaba cuando era necesario, que lo apoyaba en todo, era demasiado buena, y Obito creía que sin ella, este mundo no sería el mismo para él, porque ella era la luz de su vida, a pesar de que Rin amaba a Kakashi, Obito tenía claro una cosa, protegería a Rin a toda costa.

Obito prefirió no despertarla, se veía realmente cansada que prefirió cargarla y llevarla a su casa.

Rin era demasiado ligera, por lo cual no resultó pesado cargarla.

Mientras Obito caminaba para llevarla a su casa, él observaba el rostro de de la pelimarrón, se veía tan calmada y eso le daba paz interior.

Al llegar a la casa de Rin, tocó la puerta.

La madre de Rin salió.

- Lo-lo siento, se quedó dormida y no quise levantarla. - decía Obito sonrojado.

La madre de Rin sonrió, Obito le parecía un niño encantador, incluso ella sabía que su hija quería a Kakashi, pero algo dentro de ella prefería que su hija amase al Uchiha.

El padre de Rin salió, Obito le entregó a Rin para que su padre la cargara, el padre de Rin la llevó a su habitación para que durmiera tranquilamente.

- Gracias por traerla Obito-kun, - la madre de Rin acarició el cabello de Obito.

- No es nada. - Obito rió tímidamente.

Obito regresó a su casa y al igual que Rin se fue a dormir, no antes de colocar el kunai en la colección que tenía, ahora tenía un nuevo kunai el cual atesorar con su alma, era especial, muy especial para él.

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Amo cuando las personas atesoran algo que les regalas ❤️
Los tqm

La luz de mi vida (ObiRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora