La próxima Jinchuriki

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Era un nuevo día en Konoha, era fin de semana por lo cual la aldea se veía más habitada que otros días.

Akira se encontraba caminando por las calles, cuando se topó con su amiga Rin.

- Rin-chan. - dijo detuviendo el paso.

- Ohayo Akira. - Rin sonrió al verla.

- Ohayo Rin-chan.

- ¿A dónde ibas?

- Kushina-sama me cito para hablar con ella sobre el tema de ser jinchuriki. - respondió Akira un poco cabizbaja, a ella no le agradaba la idea de que le sellaran un bijuu en su interior.

- Oh... seguro te dará consejos, todo estará bien.

- ¿Te gustaría acompañarme? No quiero sentirme sola.

- ¡Claro!

A Rin no le costaba nada acompañar a su amiga, así que aceptó con una sonrisa. Ambas siguieron el camino a la casa donde vivía Kushina, tocaron la puerta y Minato las recibió con una sonrisa.

- Bienvenidas. Venías a ver a Kushina ¿no? Ella está arriba esperándote. - dijo Minato al abrir la puerta.

- Arigato Minato-san. ¿No hay problema en traer a Rin-chan? No quiero sentirme sola. - dijo Akira rascando su cachete, cosa que hacía cuando se sentía apenada.

- Claro, no hay ningún problema, pasen.

Las niñas pasaron al hogar y Minato cerró la puerta, este se dirigió a la sala mientras que Rin y Akira subieron al segundo piso.

- Kushina-sama.

- Pasen.

Rin y Akira se acercaron a Kushina, se sentaron en unas sillas mientras ella se encontraba sentada en su cama.

- Tra-Traje a Rin-chan, no quería sentirme sola.

- Ah claro, no hay ningún problema. - respondió Kushina con una sonrisa.

- Bien, ¿Y por qué quería hablar conmigo?

- Quería hacerte una pregunta, ¿Cómo te sentiste al saber que te trasladarían de tu aldea a Konoha y qué serías seleccionada para ser la próxima jinchuriki para cuando yo deje de serlo?

Akira sintió un nudo en el estómago al recordar eso, desde cuando la separaron de sus padres hasta cuando le dijeron que sería jinchuriki en un futuro lejano.

- Pu-Pues, me entró una presión al saber que eso ocurriría, y una gran soledad comenzó a surgir dentro de mi.

Kushina comenzó a acariciar el suave cabello color crema de Akira como si se tratase de su hija, ella sabía y entendía perfectamente por lo que estaba sufriendo.

- Me pasó lo mismo exactamente, fui trasladada de mi aldea a Konoha para ser jinchruriki del kyubi, al igual que tú me fue una sorpresa enterarme de lo que ocurriría, pero sabes, hay una forma de llenar ese vacío qué hay en ti.

- Sabe, Kushina-sama...

- ¿Sí?

- Creo que se de lo que habla, llenar ese vacío con... ¿amor?

Kushina se quedó sorprendida, no tenía en cuenta qué Akira lo comprendería tan rápido, ¿Y cómo es que pudo hacerlo?

- Creo que ya estoy recibiendo amor, mamá y papá me hablaron sobre el amor, me contaron que no solo se recibía de una pareja, sino de tus amigos, de ellos mismos, de la aldea... Y aunque aún hay gente en la aldea que cree que soy una forastera, también hay personas que saben valorarme, Rin-chan, Obito-kun, Kakashi-san, y varios compañeros de la academia me han demostrado que me tienen afecto, y creo que con eso es suficiente.

La luz de mi vida (ObiRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora