Junto a mi

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Obito despertó por un rayo de luz que comenzaba a sentir en su mejilla. Abrió los ojos y Tsunade se encontraba revisando unos papales en la misma habitación.

- ¿Tsunade-sama?

- Por fin despiertas. Ya casi está todo listo para darte de alta.

Obito sonrió.

- Recuerda que no debes esforzarte demasiado, cuídate. Y tienes que tomar estos medicamentos, también recuerda hacer algo de ejercicio, debes acostumbrar a tu cuerpo al movimiento, ¡Pero sin hacer esfuerzos ¿Entendiste?

- Sí...

- Porque sí me entero de que pasas los límites, mi puño aplastará la otra parte de tu cuerpo.

Obito pasó saliva y una gota de sudor corrió por su sien. - E-Esta bien.

- Bien, dame un minuto, prepararé tus papales, para cuando vuelva ya estarás dado de alta, no me tardo.

- Sí, muchas gracias.

Tsunade salió de la habitación. La mirada de Obito se encontraba perdida viendo por la venta, sus ojos negros se reflejaban en el cristal.

- Creí que te volvería a ver abuela... pero bueno, te prometí que sería Hokage y no puedo romper mi promesa, no me importa si me dicen que no puedo ser un shinobi, ¡Yo seré Hokage!

...

Después de unos cuantos minutos Tsunade regresó, junto con ella se encontraba Rin, Kakashi y Akira. - Ya está todo listo, puedes regresar a casa.

- ¿Rin? ¿Kakashi? ¿Akira?

- Felicidades, ya estás dado de alta Obito-kun. - dijo Akira.

- Queríamos venir para felicitarte. - Rin sonrió.

- Gracias chicos.

Obito y los demás salieron del hospital.

...

- Estuvimos hablando y... Rin y Akira pensamos en qué saliendo del hospital podríamos ir por un helado contigo. - dijo Kakashi.

- ¿Por un helado?

- Sí, ¿Qué te parece la idea? - preguntó Rin entusiasmada.

- Me parece una buena idea.

Los cuatro se dirigieron al puesto de helados de la aldea, no se encontraba muy lejos por lo que llegaron casi enseguida.

- ¿Ustedes son Obito-kun, Kakashi-kun y Rin-chan? - dijo el vendedor de helados.

- Sí ¿Cómo nos conoce?

- ¡Ahora son unos héroes! Obito-kun no dudó en dar su vida por sus compañeros y que la misión fuese un éxito.

- ¿Y-Yo soy héroe?

- ¡Así es! Tomen, ¡Helados gratis!

- No-No es necesario. - dijo Rin apenada.

- No, tómenlos por favor.

Después de varias insistencias por parte del señor, los chicos aceptaron. Comenzaron a comerse sus respectivos helados para después regresar a sus casas.

- Obito, nos vemos en la tarde para entrenar juntos. - dijo Rin sonriendo.

- Cla-Claro.

...

Obito se encontraba en su casa descansando.

*Ding Dong*

- ¿Quién será? - Obito fue a abrir la puerta.

La luz de mi vida (ObiRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora