Rin es la luz en un camino lleno de obscuridad, ella es vida en un mundo muerto, es amor en una sociedad llena de odio, es esperanza en un mundo sin fe, ella es mi todo, mi razón de vivir, la razón por la que sigo aquí.
Haré lo posible por tener su...
Ambas buscaban con las miradas algún vestido para Rin, sin embargo no había ninguno que llamara la atención de ambas.
- ¡Ya sé! ¿Qué te parece si armamos un outfit? Podemos escoger diferentes cosas y juntarlas en un solo outfit.
- ¿Crees que eso funcione? Es como tomar diferentes cosas y juntarlas, no creo que combinen.
- Si escogemos cosas similares pueden funcionar. - sonrió.
Sakura tomó un vestido negro algo corto y unas medias con un diseño algo provocador. Rin por su parte tomó un choker morado con una perla color vino, también tomó un pequeño saco negro y unos guantes del mismo color, ella creía que juntar esas cosas con las que escogió Sakura no combinaría.
Sakura le pasó a Rin lo que escogió y le pidió ir al vestidor para ver cómo lucia todo junto.
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- ¡Rin-san, se ve demasiado bella! - Los ojos de Sakura brillaban al ver lo bien que se veía Rin.
- ¿D-De verdad?
- ¡De verdad! Pero usted es quien tiene la última palabra, ¿Qué opina?
Rin sonrió. - A mi también me gustó, lo compraré.
- ¡Sí!
Ambas regresaron a la casa de Rin, más tarde llegó Akira.
- Ya solo faltan unas horas para la fiesta, ¿Ya tienen sus vestidos? - preguntó Akira.
- ¡Sí! ¡Rin-san escogió un outfit bastante hermoso!
- Que va... - Rin se sonrojó.
Las chicas fueron al baño a cambiarse y ponerse sus respectivos vestidos. Akira había ido a casa para maquillar a Rin y hacerle un peinado a Sakura.
Sakura optó por un maquillaje muy ligero, este constaba de solo lápiz labial, máscara para pestañas y algo de rubor. En cambio a Rin, Akira decidió hacerle un maquillaje más elaborado. Akira le hizo un peinado poco llamativo a Sakura, Rin solo decidió plancharse un poco el cabello.
Dos horas más tarde las tres fueron al lugar donde se llevaría acabo la fiesta, Shizune y Tsunade recibieron a las chicas con una sonrisa. Sakura buscó con la mirada al Uzumaki, se encontraba charlando con Hinata. Ella decidió no ir a hacer de mal tercio, sabía que a la Hyuga le gustaba Naruto y no quería arruinar ese momento. Buscó a Sasuke y estaba bebiendo agua, decidió acercarse a él.
- Que raro verte con traje Sasuke-kun, te vez muy bien. - Sakura quería disimular lo loca que estaba por ver al Uchiha así.
- Itachi me obligó, él vino también a la fiesta con Izumi, fui obligado a venir.
- Vamos Sasuke-kun, tenías que venir de todas formas, eres nuestro compañero de equipo. - sonrió.
- Tienes razón. - resopló. - ¿Quieres acompañarme a buscar algunos bocadillos?
- ¡Sí!
Akira vio a Kakashi sentado junto a Gai.
- Vamos Akira, ve con Kakashi.
- P-Pero...
Akira no quería dejar sola a Rin, al parecer Obito aún no había llegado.
- No te preocupes, yo estaré con Shizune y Tsunade-sama hasta encontrar a Obito. - sonrió.
Akira sonrió y se retiró con Kakashi, quien la recibió con un tierno beso en la frente. Rin estaba a punto de ir a donde Shizune y Tsunade hasta que alguien tomó su hombro.
- Buenas noches Rin-san.
Rin volteó, era Shiro, el chico que trabajaba en el hospital al igual que ella, el chico que la había comenzado a tocar el otro día, de no ser por la llegada de Obito ella no sabía lo que pudo haber pasado ese día.
- S-Shiro-san. ¿Qué hace aquí?
- Shizune me invitó, somos compañeros de trabajo. - sonrió.
- Oh ya veo...
Shiro se acercó un poco más a ella. - ¿Quisieras bailar conmigo?
Shiro sintió como alguien tocó su hombro.
- No bailará contigo, ni siquiera se lo preguntes, así que vete y disfruta de la fiesta, porque ella es mía.
Obito se acercó a Rin, la tomó por la cintura y comenzó a besarla delante de Shiro, cosa que hizo sonrojar a niveles extremos a Rin.
Shiro levantó una ceja y comenzó a reírse. - Que maleducado es usted señor Uchiha, comiendo sin invitar.
Obito dejó de besar a Rin y volteó a ver a Shiro con el ceño fruncido, apretando con todas sus fuerzas su puño.
- Los dejó, no quiero causarles molestias. Hasta pronto Rin-san, nos vemos en el trabajo. - guiñó.
Rin se acercó a Obito y tomó su mejilla. - Déjalo así, disfrutemos la fiesta ¿Sí?
Obito comenzó a relajar sus músculos hasta estar completamente calmado. Asintió con una sonrisa. - ¿Ya te dije que te ves hermosa?
Rin inmediatamente se sonrojó.
- ¿Bailamos? - Obito le tendió una mano.
- Me encantaría. - respondió Rin.
Obito y Rin pasaron a la pista, donde se encontraban algunas parejas y algunos jóvenes bailando.
Tsunade comenzó a repartir el alcohol a los mayores de edad, Obito y Rin aceptaron tomar una copa.
La fiesta estaba increíble, el ambiente era muy energético. Esa noche Rin no se midió bien, era la primera vez que iba a una fiesta de ese tipo, era la primera vez que tomaba demasiado alcohol que se dejó llevar, Obito también bebió un poco, estaba algo ebrio pero aún estaba consciente. Obito y Rin salieron al jardín del salón, donde no había nadie.
- Rin, esta noche quiero decirte que lo que tienes ni un billón de dólares podría comprarlo. Quiero enseñarte todas las cosas buenas de la vida, así que solo olvida el mundo, la noche aún es joven. Porque todo lo que necesito es a ti, haces que mi vida esté completa.
Rin sonrió, sus mejillas estaban totalmente rojas por el efecto del alcohol, pero aún así, ella amaba que Obito le dijera ese tipo de cosas.
Después de una media hora, las personas comenzaron a irse de la fiesta y regresar a sus casas. Obito decidió llevarse a Rin a su casa, simplemente no podía llevar a Rin así a su casa, su madre diría algo.
Obito cargó a Rin en sus brazos y la colocó sobre su cama.
