La luz de mi vida (ObiRin)

El inicio de mi camino ninja

Un rayo de luz se asomaba por la ventana, ya había amanecido y Obito se despertó.

Fue al baño a hacer sus necesidades y a lavarse el rostro.

Obito se dirigió a la nevera a tomar algo para desayunar, donde se encontraba su abuela.

- Obito.

- ¿Sí abuela? - dijo sin despegar la vista de la nevera.

- Ayer en el mediodía fui a comprar verduras para la comida.

- Oh, que bien abuela. - Obito tomó un buen sorbo de leche.

- Y bueno, cuando iba regresando de las compras te vi con una pequeña niña muy linda debajo de un árbol.

Obito al escuchar eso escupió la leche, le daba mucha vergüenza que su abuela lo viera con una niña, sus mejillas comenzaron a tomar un color rosado, lo cual lo hacía ver demasiado tierno.

- Yo conozco a sus padres, por lo que me han dicho que es una buena niña. Trata bien a Rin-chan Obito.

Obito no podía contener su sonrojado.

- Cla-Claro abuela, la trataré bi-bien.

- Eso espero.

...

Obito salió de su casa para ir a jugar al parque, cuando iba hacia a su destino, se encontró con Kakashi.

- Maldito, ¡Pagarás por lo que me dijiste! - Obito levantó su puño.

- ¿Y tú eres...?

- ¡Obito Uchiha! ¡Al que llamaste perdedor ayer!

- Oh ya... no te lo tomes tan personal.

- ¡¿Te intentas burlar de mi?!

- Hola chicos. - Una dulce voz se escuchó detrás de ambos.

Obito giró su rostro, y era Rin.

- Bueno, yo me voy.

- Adiós Kakashi, que tengas un lindo día. - dijo Rin.

- Rin-chan... - dijo Obito.

- Estaba pasando por aquí y te vi, ¿Vamos al parque a jugar un rato?

- Cla-Claro Rin-chan.

Ambos pequeños se dirigían hacia el parque para jugar juntos un rato.

Comenzaron a jugar con una pequeña oruga que estaba en la tierra.

- Mira como se mueve Rin-chan.

- No es necesario que agregues el "chan" Obito. - rió.

- Amm... ¿Se-Segura?

- Claro, llámame solo Rin.

- Esta bien, Rin. - Obito sonrió.

- ¿No estás emocionado Obito?

- ¿Emocionado por qué?

- En una semana entramos a la academia, iniciará nuestro viaje para convertirnos en shinobis.

- ¡Oh,Oh! ¡Claro que estoy emocionado! Ya quiero ser un shinobi.

- Yo seré una increíble Kunoichi.

- Estoy seguro de que lo serás. - dijo Obito mientras veía a Rin.

...

Después de una tarde de diversión llegó el tiempo de que ambos regresaran a casa.

Sin duda la idea de ser un shinobi emocionaba tanto a los pequeños.