─ ¡Tata, si sigues comiendo muchos dulces se te picarán los dientes! ─ la adorable alpaca no sabía qué hacer para que el pequeño comiera sano, desde que probó los churros era lo único que comía.
─ No son para mí Rj, son para Mang, un dulce no puede afectar a otro dulce. Hoy tendremos un picnic así que comeremos afuera, adiós Rj. ─ estiró uno de sus bracitos y se despidió.
─ ¿Qué pasó lanudito? ─ Preguntó el conejo, hace poco que había terminado su sesión de ejercicios, y decidió ir a la cocina por algo de agua.
─ Es Tata, no quiere comer otra cosa que no sean dulces, había preparado ensalada de brócoli y ahora se echará a perder... ─ suspiró.─ Espera, ¿lanudito?
─ No te preocupes Rj, este es un trabajo para Duoky.
─ ¿Doky? ¿Qué hará él? ¿Sentarse debajo de un árbol? Debajo de un árbol de mango.
─ No, no, me refería al dúo de Cookie y Shooky, ambos terminamos en oky, dúo más oky, "Duoky". Aún estamos viendo lo del nombre.
─ Esta bien Cookie, lo dejó en tus manos o patas...
Sin más tiempo que perder, Cookie y Shooky se pusieron en acción. El plan era simple, Shooky se escabulliría dentro del plato de Tata y cambiaría sus churros por la ensalada, Cookie estaría vigilando y le daría la señal si es que algo salía mal.
Por suerte, todo salió bien, el plan fue completado exitosamente y ahora solo faltaba ver la reacción de ambos tórtolos.
─ Mira Mang, te traje algo rico para comer, ¡Tadá! ─ Tata destapó la bandeja para mostrar la comida que tendrían, pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que sus churros habían desaparecido y lo único que había era brócoli y más brócoli. ─ Mang yo...
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─ ¡Me encanta! ¿Cómo sabías que me gustan mucho las verduras?
─ ¿Te gustan más que los churros, Mang?
─ Los churros están bien de vez en cuando, como un postre, pero lo más rico que hay son las verduras. Me gusta mucha esta ensalada, y es todo gracias a ti mi pequeño Tata, i love you~ ─ depositó un tierno beso en su cabecita.
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─ Me alegra que te guste Mang, desde ahora en adelante comeremos muchas verduras y churros de postre.
─ Aunque hay algo más que me gustaría de postre... ─ el mayor lanzó una mirada algo pícara a su pequeño Tata. ─ ¿Enserio? Dime qué es.
