Capítulo 22
Fin del "Cuento del Río de Sophia:
El jueves 28 de Abril de 1994, a las 5:30, Sophia y yo dejamos un mensaje escrito:
EL CAMINO DEL CONOCIMIENTO PUEDE DAR MIEDO PORQUE AL COMENZAR A TRANSITARLO...
(Sophia Schmidt)
... NOS DAMOS CUENTA POCO A POCO QUE LA VIDA ORDINARIA QUEDA ATRÁS PARA SIEMPRE.
(Wilheim)
Habían puesto muchoempeño en releer sus notas como les habíamos pedido. Cuando estuvimos juntos esa tarde le pregunté a Él: —¿Te gustó el mensaje? —¡Sí! —¡A nosotros también! —le dije; y Él me preguntó—¿En el "Cuento del Río", eras vos el que no podía cortar las amarras? —No. ¡Bah! ¡Puede ser, no sé! Es algo que ella escribió. ¿Sabés cómo termina? —No... ¡Sí sé cómo termina! ¡Él pudo cortar las amarras y en el bote tenía un remo, entonces comenzó a remar y remar muy fuerte para acercarse al bote de ella y la alcanzó y siguieron juntos! ¿Termina así? —Sophia riendo le dijo—¡Más o menos! Sí, en realidad él trataba afanosamente de cortar las amarras. Entonces ella se arrojó al agua y nadó en contra de la corriente con mucho esfuerzo hasta llegar otra vez al muelle, y lo esperó. Y cuando él hubo cortado todas las amarras, comenzaron un viaje en un mismo bote. Así fue. Ella no podía dejarlo porque él era suvida". Eso fue algo que soñé y luego escribí.
—¡Tal vez, recuerdos! —dijo Él
—¡No lo sé! Pero estas cosas ayudan mucho, ¿sabés? Estas cosas llegan así. Es simple.
—¡Y en el momento justo!
—¡Nada es una casualidad! Bueno, ahora me voy —dijo Sophia— y los dejo con Wilheim. ¡Cuídense mucho y ámense siempre!
—¡Sí! ¡Lo hacemos! —dijo Él— ¡Ycompartimos ese amor con ustedes! ¡Es como si fuera el reflejo de ustedes!
—Sí, pero esta es "su" vida.
—¡Eso lo tenemos claro! Pero lo disfrutamos más sabiendo que alguien pasó por lo mismo. ¡Es tan lindo! —¡Sí, sí! ¡Es muy lindo! ¡Estar cerca de ustedes es hermoso! Bueno, un beso. —y Sophia se fue.
Midiscípulo preguntó mi parecer con respecto a lo que estuvieron leyendo y analizando. Contesté que estaba muy bien, que nos gustaba mucho verlos trabajar y que eso era enriquecedor para ellos, pues adquirían el Conocimiento sin darse cuenta. Que nos gustaba mucho que trabajaran, si ellos querían. Siempre es una elección. Enrealidad esto era un aprendizaje que habían elegido; nada impuesto. Reflexionó y expresó que todo aprendizaje debiera ser así, en toda índole de la vida; se refería al aprendizaje humano, y le dije que era casi un imposible, porque esto es Libertad, y los humanos condicionan siempre. Después me preguntó qué opinaba sobre unas frases que le dejó a su hijoen la computadora para que leyera cuando Él no estuviese, y le contesté que era hermoso lo que había escrito, y que yo también le escribía mucho a mi hombrecito; le escribía cartas, siempre. Me dijo que había pensado en eso de escribirle seguido a su hijo, aunque esperaba verlo con cierta frecuencia pese a la distancia, y le contesté que aunque lo viera todos los días era bueno escribir; porque, a veces, nos resulta difícil decir algunas cosas personalmente; aunque el diálogo con su hijo había crecido mucho.Le contó todo lo que le estaba pasando, todo, absolutamente; inclusive sus traspiés, pues la que hasta el momento, aún, era su esposa, lo había amenazado con contarle a Mariano, cuando fuese un poco más grande y desde su punto de vista, qué clase de persona era su padre (tal como lo hizo mi esposa con las niñas), y Él se adelantó y fue totalmente transparente con su hijo; esto provocó una mayor y mejor comunicación. Pero este acercamiento hizo que su parte oscura lo hiciera trastabillar un poco en su decisión; no digo que se echara atrás, pero hubo algunas dudas.Yo, con relación a eso, el jueves 2 de Junio de 1994, le dejé un mensaje escrito:
Gelieb *****:
No pierdan la inocencia y la fuerza
y comprobarán que lograrán dar el gran salto
y del otro lado estarán intactos.
Wilheim
ESTÁS LEYENDO
"Charlas con Wilheim" (Libro 2do)
Non-FictionEntre el final de La Casa de dos Puertas y lo que consideramos Laura y yo haber terminado de escribirla hubo un período en donde la confusión y el aprendizaje estuvieron en conflicto, más que nada en mí. Wilheim (que en realidad es Wilhelm pero como...