Capítulo 11

15 3 0
                                        

Capítulo 11

Presentación:

Aquella tarde quise presentarme ante ellos con nombre y apellido. Les dije que era Wilhelm von Stein. ¡Ese era yo! Y mi compañera, Sophia.

Me preguntó cómo consideraba yo que Él había actuado con respecto al no perder energía en las discusiones que les narré antes. Dije que había estado bien, que algunas cosas eran inevitables, pero que estaba aprendiendo mucho.

Con respecto al mensaje escrito de "A mi regreso compruebo que me he quedado lejos", me dijo que no hacía falta comentarlo, que lo había comprendido y que era eso lo que le estaba pasando: "se había quedado allá, en Nehuén Curá" y que pensaba irse a vivir allá en cinco meses.

—Tal vez los tiempos se acorten. ¡Muchas veces te dije lo felices que serán! ¡Y así es!— le aseguré, a lo que contestó:

—¡Yo, lo único que te quería pedir...

—¿Por qué pedirme?

—¡Pedirte que me hables! Que me hables constantemente por medio de la intuición cuando trate este tema con mi hijo.

—No es necesario que yo te hable. ¡No dependas de mi voz! ¡Apelá a la riqueza de tu espíritu, nada más! ¡Todo es tan simple! ¡El hombre lo complica todo!... ¿Cómo te fue en Nehuén Cura?

—¡No tengo palabras! ¡Fue lo más maravilloso! No recuerdo otras vidas, pero de esta fue lo más maravilloso. —y ahora lo decía en serio

—Porque en esta vida ustedes darán un mensaje. Tendrán el conocimiento, por eso es tan bueno. Por eso... ¡Tengo un amigo acá! ¿Sabés?

—Sí.

─Sophia Schmidt. ¡Ella era la que una vez dijo "extraño un brindis", porque nosotros fuimos tan felices en esa vida!

—¿Ustedes también tuvieron que dar un mensaje de amor?

—Sí. Siempre es así. ¡Y son tan pocos los que llegan! Y se da cada espacios grandes de tiempo. Entonces somos felices porque el trabajo da sus frutos, ¿no es así?

—Sí... ¿Cuánto tiempo hace que dieron el mensaje ustedes? ¿Lo conocemos nosotros?

—¡Qué importa? ¿Tenés valor?...

Debo decirles a los lectores que esta pregunta tiene mucha importancia pues, cuando por primera vez les pregunté, Él no sabía qué responder. Ocurrió el 10 de marzo de 1993. Está narrado por Él y extractado de "La Casa de Dos Puertas" y fue así:

"—Después de la regresión del domingo pasado estamos otra vez aquí, preguntando (me sentía muy valiente). ¿Me podés decir qué fue lo que pasó ese domingo?

—(Sonríe) ¡Yo pregunto esta vez! (El tono que empleaba me asombró o me asustó, no sé).

—¿Querés que te responda? (creyendo que se refería a la prueba que creíamos haber pasado)

—¡A los dos! ¿Tienen aún valor? ¿Están resueltos? ¡No hablo de valor ante testigos, sino valor de solitarios! ¡Valor espiritual! ¡Tiene para nosotros un corazón muy grande aquel que conoce el miedo pero lo desdeña! ¡Aquél que frente al abismo no se sustrae a su fascinación y en vez de caer lo atraviesa! ¡Hermanos; ustedes dos deberán pagar muy caro por estos conocimientos que les están siendo dados y los que tendrán! ¡Pero, a cambio, tendrán la fortaleza para rechazar todo aquello que los limite y serán libres! ¡Entonces, hoy pregunto: ¿tienen aún valor? Conocemos sus espíritus, pero dependen mucho en quiénes están reencarnados. ¡Los espíritus de ustedes no están solos, y en esta vida habrá muchas pruebas! ¿Tienen aún valor?... ¡Porque justo es decirles que muy de cuando en cuando estas cosas son reveladas a los hombres, y no todos lo resisten!

"Charlas con Wilheim" (Libro 2do)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora