"Charlas con Wilheim" (Libro 2do)

Capítulo 10

Capítulo 10

El retorno:

Caminamos charlando por las calles de los suburbios de Nehuén Curá. Ella en hipnosis y él llevándola abrazada. Ya habían devuelto la carpa y pasarían la noche otra vez en casa de los padres de Juan. Contagiaban esa bellísima energía que se encontraban compartiendo. Era un placer verlos caminar abrazados y riendo por todo. Yo estaba muy contento porque Él se había permitido ser feliz, pero mi compañera me hizo una seña con la mano como diciendo: "Esperá que aún falta el regreso"... Yo sabía que era factible que algo cambiara, pero conocía su espíritu.

Regresaron a La Plata un lunes lluvioso a las 11 de la mañana con el micro repleto de pasajeros. Al abordar el ómnibus Él ya no era el mismo. La lluvia parecía acentuar esa nostalgia que su mirada reflejaba. En el viaje, prácticamente no se hablaron. Ella respetó su silencio.

La mente de Él no paraba de pensar. Sentía que amaba a su compañera con todas sus fuerzas; pero el ómnibus lo acercaba a las personas y cosas que formaron parte de su vida durante 38 años. Su parte oscura dio un bostezo, se desperezó y comenzó a fortalecerse nuevamente con cada kilómetro que recorría hacia aquel que había sido.

Cuando llegaron a La Plata compartieron un taxi y la dejó a Ella en su casa despidiéndola con un beso en la boca.

Al llegar y entrar a la suya lo recibió su esposa e intentó besarlo en los labios. Él giró la cabeza y le ofreció la mejilla. Susana notó eso inmediatamente pero hizo como que todo estaba normal y lo besó en la cara:

—¿Cómo te fue? —le preguntó con las comisuras bajas, y Él respondió secamente

—Bien.

—¿Sacaste algo nuevo?

—Sí... —contestó Él

—¿Qué? —preguntó Susana

—Que debo replantear mi vida.

—¡¡Ah, pero mirá qué bien!! ¿Y Mariano y yo entramos en ese replanteo?

—... No. Voy a irme.

—Bueno, ¡¡pero a Mariano lo vas a tener que enfrentar vos para decirle que te vas y por qué te vas, eh!!

Afuera llovía, pero adentro de la casa se desencadenó la tormenta.

La charla fue larga y muy agresiva por parte de Susana, que hizo añicos algunas cosas que encontraba a mano; lo llenó de amenazas. Él se sentía mal por tener que decirle eso a su esposa, pero no quedaba otro remedio; de lo contrario, esto hubiera sido como cualquier otro de los pequeños romances que había tenido antes y que Susana descubría al tiempo, y no porque Él se los comunicara.

Ya le había dicho lo que tanto le costaba, y por primera vez fue leal con ella y consigo mismo.

Claro que fue la primera piedrita arrojada desde la cumbre nevada. Inmediatamente se enteró la madre de su esposa y aquellos días fueron terribles.

Él ya había tomado la decisión de irse y dejar todo lo material. Después de la discusión con Susana fue a casa de sus padres y les dijo lo que pensaba hacer.

—¡Vos estás loco!—dijo su madre

—¿Y el consultorio? ¿Y los pacientes? ¿De qué vas a vivir?—preguntó su padre, ambos con la voz subida de tono.

—¿Y Mariano? ¿No lo vas a ver más? —volvió a indagar la madre y Él estalló en la respuesta

—¡Les vine a comunicar "mi" decisión de irme! ¡No a pedirles permiso! —

La madre no le dirigió más la palabra. El padre salió con Él en el auto y le preguntaba mansamente, con mucho tacto, qué pensaba hacer allá, en Nehuén Curá; se encontraba bastante preocupado.

Él, en forma muy inocente le contó sobre la filosofía de vida que estaban adoptando. —"¿Y eso da guita?"—preguntó el padre melancólico e interesado en conocer el futuro de su hijo. Él no tomó su materialismo con enojo.

Siempre tuvo una relación bastante afectuosa con su progenitor desde que fue un profesional. La profesión de mi discípulo hacía sentir muy orgulloso a su padre. Pero ahora, a pesar que respetaba su elección, no podía entender cómo su hijo iba a tirar toda su vida por la borda.

El reencuentro:

La tarde siguiente, al volver a encontrarse con Ella, mi discípulo se enteró que yo había dejado algunos mensajes escritos para levantarles el ánimo y después analizar sobre la base de lo que iban sintiendo:

"5/4/94 – 23:30 HS.— DISCÍPULOS – INTENTO –WILHEIM"

"5/4/94 – AMOR SUPREMO SIEMPRE CON USTEDES.

ARRIBA CASA DE DOS PUERTAS"

"6/4/94 – 8:45 HS: A MI REGRESO COMPRUEBO QUE ME HE QUEDADO

LEJOS"