XXIII

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El sonido del trinar algunos pájaros se hacía presente en el bosque, donde un grupo selecto de personas se reunía para acompañar a un par de enamorados en su día especial, viendo a aquella novia caminar sobre la alfombra blanca, tomando el brazo de Jin, sonriendo bajo el velo que cubría su rostro; se soltó al llegar junto a su amado y tomó su mano con suavidad, los invitados tomaron asiento y los testigos se acercaron a los novios. Después de que todos pusieron su firma en aquel contrato que oficiaba el matrimonio entre ellos dos el trabajo del juez estuvo finalizado, así que no tardó en irse y apenas desapareció del lugar otro hombre se acercó a ellos, parándose en el altar.

- Muy bien, ahora todos préstenme atención. –dijo aquel hombre.- ya son marido y mujer delante de los ojos del hombre, pero ahora tienen que aceptar la bendición de nuestro creador, el Rey Satán Lucifer.

Jimin asintió, manteniendo su sonrisa y mantuvo su mano sosteniendo la de Yoongi, prestando atención a lo que aquel demonio decía; por supuesto, tenía razón, estaban casados en el mundo de los mortales y ahora tenían que hacerlo también como demonios, después de todo Jimin era la mitad de uno.

- Yoongi Abalam. ¿aceptas a Jimin...?

- Lucifer. –interrumpió Azazel, desde su asiento.- su apellido es Lucifer.

Al escuchar dicho apellido, todos allí quedaron tan asombrados como el juez que se había ido hacía un rato atrás; voltearon a ver a Azazel y luego a Jimin. Aquel hombre se inclinó un poco para susurrar a los novios.

- Ya sabía sobre la condición de híbrido de esta mujer, pero nunca mencionaron en las prácticas que fuera una Lucifer. –dijo él.-

- ¿hay algo de malo con eso? –preguntó Jimin.-

Él la quedó mirando por un momento y negó con su cabeza, aclarando su garganta, podía ver cómo los invitados comenzaban a murmurar y continuó con la ceremonia.

- Bien. Yoongi ¿aceptas como esposa a Jimin Lucifer para amarla, respetarla, atesorarla y serle fiel por toda la eternidad?

- Sí, acepto. –contestó Yoongi, sonriendo.-

- Jimin ¿aceptas como esposo a Yoongi para amarlo, respetarlo, atesorarlo y serle fiel por toda la eternidad?

La chica de cabellos plateados asintió con su cabeza, manteniendo su sonrisa.

- Acepto. –dijo Jimin.-

Al decir esto Jungkook se acercó a ellos, sosteniendo en sus manos un cojín sobre el cual estaban los anillos que pronto tomaron y se lo colocaron el uno al otro.

- Si hay alguien que se oponga a esta boda que hable ahora o calle para siempre.

Hubo silencio, así que prosiguió.

- Entonces, en el nombre del gran Satán los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.

Ambos se dieron vuelta, quedando de frente mutuamente y con delicadeza Yoongi retiró el velo del rostro de Jimin, echándolo hacia atrás para tomar con suavidad sus mejillas ladeando su cabeza y terminar besando dulcemente sus labios, siendo correspondido al instante mientras escuchaban el claro sonido del aplauso de sus invitados.

Al terminar la ceremonia comenzó la fiesta en el mismo lugar, Jimin se sentó junto a Yoongi en una gran mesa, degustando los platillos que Jin había preparado, escuchando los brindis de algunos de sus conocidos; aquel sacerdote satánico se acercó a ellos y se sentó al lado de Yoongi, en una silla que estaba libre allí.

- ¿por qué no me dijiste que estaba casando a una princesa? –dijo el mayor.-

- Jimin no es una princesa, es la hija de un príncipe, pero no es reconocida como princesa, ni siquiera ella lo sabía hasta hace poco. –dijo Yoongi.-

Las dos caras del paraíso || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora