El paraíso está dividido en dos partes: en el hermoso jardín vivían los ángeles, seres creados a semejanza de su rey, mientras que del otro lado se encuentran los suburbios, la enorme cuidad de los demonios y ángeles caídos que eran enviados allí a...
Bajo la oscuridad de la noche que era iluminada únicamente por la luna llena, Jimin veía a los negros ojos de su amado demonio, quien esperaba una respuesta de su parte a la pregunta que anteriormente le había hecho y que el menor no dejaba de pensar.
- Yo no sé cómo hacer eso. –murmuró Jimin.-
- Está bien, puedes aprender. –dijo Yoongi.- pero está bien si no quieres hacerlo.
Jimin soltó un leve suspiro y negó con su cabeza, sonriendo levemente mientras llevaba sus manos a tomar las del contrario, sin apartar la vista de sus demoníacos ojos.
- Quiero hacerlo. –murmuró el menor, con timidez.- ya no me importa nada más, solo quiero estar contigo.
Al escuchar su respuesta, Yoongi esbozó una sonrisa, se acercó más a él y dejó un beso en su frente, soltando sus manos para rodearlo con sus brazos y pegarlo a su pecho.
- Te amo. –susurró el peli-negro, cerca del oído del menor.-
Correspondiendo a su abrazo, Jimin cerró sus ojos por un breve instante, recostando su mejilla en el pecho ajeno y sonriendo al escuchar sus palabras.
- Y yo te amo a ti.
Volvieron a separarse un par de centímetros para así poder verse los rostros nuevamente, sonriendo felices por lo que próximamente pasaría; ladearon levemente sus cabezas para evitar que sus narices chocaran al juntar sus labios en un cálido beso lleno de amor. El menor rodeó con sus brazos el cuello de su amado, mientras éste colocaba delicadamente sus manos sobre su cadera, sin cortar el beso que poco a poco el peli-negro subía de intensidad, volviéndolo apasionado, demostrando el intenso deseo que sentía hacia aquel bello ángel inocente.
- ¿lo haremos ahora? –preguntó tímidamente, el menor.-
- Solo si tú quieres. –contestó Yoongi, volviendo a verlo a los ojos.-
Jimin asintió, sonriendo levemente y volvió a cerrar sus ojos para poder besar al mayor otra vez; correspondiendo a su beso, Yoongi mordió suavemente el labio inferior del contrario, disfrutando del lujurioso beso.
Por su parte, Jimin experimentaba sensaciones nuevas cuando Yoongi metió poco a poco su mano bajo la camisa del mismo, sintiendo su cuerpo estremecer placenteramente con las caricias que su mayor le proporcionaba, llevando su mano a uno de sus pezones pequeños y rosados.
- ¿eso te gusta? –murmuró Yoongi, viendo cómo el otro soltaba un pequeño suspiro de placer.-
- Se siente raro. –susurró Jimin.- p-pero me gusta.
Nuevamente el mayor sonrió e hizo que poco a poco se sentara en el piso sucio, pero se separó, pensando en algo.
- No quiero hacértelo sobre el suelo. –susurró el mayor.-
- Pero no hay otro lugar. –dijo el rubio.-
- Está bien, al menos armemos algo.
Yoongi se quitó su chaqueta bajo la atenta vista del chico sentado sobre el suelo, donde éste extendió dicha prenda, después se quitó su camisa, dejando ver su torso desnudo.
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