Capítulo 21: Un buen trabajo

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Ezequiel suspiró

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Ezequiel suspiró. Los puños sobre sus pantalones estaban fuertemente fruncidos y el cuello de su camiseta sin arreglar. Era una señal de que no sabía cómo ordenarse para la invitación de Patsy al complejo deportivo. Tenía solo media hora antes de que la chica viniera a buscarlo junto con su padre. Ni siquiera había salido del baño.

«Debes ser sincero porque si no todo podría acabar mal».

«No me interesa algo serio con Patsy. Estoy pensando cómo decirle eso sin que duela».

La conversación de anoche con Greta todavía daba vueltas en su cabeza. Se creía sincero respecto a eso y lo que sentía, sin embargo, continuaba apreciando un nudo doloroso de nervios acumulados en su garganta. Tragó saliva una y otra vez tratando de no caer y se levantó de su asiento en la tapa del inodoro. Se miró fijamente en el espejo.

«Sabes dónde está realmente mi interés».

—Eres un idiota, Zeke. ¡Se lo dijiste como si...! —gritó, y su rostro se puso rojo.

—Pollito, ¿está todo bien? Si tuviste algún accidente de jovencito, avisa —se escuchó a su abuela. Parecía preocupada.

Ezequiel dio un diminuto salto ante la interrupción. Para su suerte, estaba sobre el tapete del baño y no se patinó de manera ridícula.

—Lo siento —contestó. Tragó saliva mientras buscaba su calzado y avanzó hacia la puerta para abrir—. Tengo que dejar esta costumbre. Pero mírame, estoy bien.

Hubo un breve silencio, puntuado solo por las respiraciones de abuela y nieto.

—Pollito —murmuró Jane—. Debes dejar de ser tan duro contigo. Es normal sentir nervios cuando vas a una cita.

—No es una cita. Es solo una chica invitándome a verla cantar —declaró Ezequiel y arrugó el gesto al momento de salir del baño. Su abuela lo hizo voltear para acomodar su ropa—. No me interesa en ese sentido.

La anciana lo miró, cruzando los brazos sobre el pecho con una ceja arqueada.

—¿Significa que hay alguien más? La chica de anoche, quizás.

—¡No! —Ezequiel pareció explotar—. Greta es una amiga. Alguien como ella no se fijaría en alguien como yo.

—¿Estás seguro?

—Desde luego que sí. Ella es ella y yo soy yo.

Jane se encogió de hombros.

—Aprenderás —respondió ella mientras sacaba un perfume de su delantal y lo arrojaba sobre la vestimenta—. Tendrás aroma a pino y no esos perfumes artificiales que usan los chicos de tu edad.

—¿Es un perfume artesanal de la señora Wood? —Ezequiel olfateó el aire. Su abuela asintió—. No está mal.

—Lo mejor para mi nieto —dijo Jane y le sujetó el rostro. Este la miró con curiosidad—. Escucha, sé que voy a sonar como una vieja molesta y sabía, pero recuerda que tienes tiempo. No tienes que decidir cómo te sientes en este momento. Solo déjalo ir y concéntrate en otras cosas —se tomó una pausa—. En cosas que hagan bien a tu corazón, que es lo más noble que tienes.

Buscándote || Esto es crecer #1 || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora