Ir a la oficina del director por quedarse dormido parecía una tontería para Ezequiel Maverick, pero todo cambió cuando se enteró del "castigo" que le esperaba y quiénes lo iban a acompañar: Greta Baker, Bowie Howard y Elena Dunne Doyle Castro. Algun...
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—¡Bueno! Nunca pensé que llegaría este día. Pero me gustaría hacerme cargo hasta que Zeke vuelva —indicó Greta y su tono hizo que los ojos de Patsy se estrecharán. Suspiró y miró con resentimiento a la chica—. No tienes que preocuparte por responder a mí como dijo Bowie. Solo está exagerando.
El hecho de que todavía la estuviera contemplando con tanto detenimiento aumentó las sospechas de Greta. Patsy Timberlake no le tenía mucha estima. Bowie se echó a reír al sentir lo mismo e intercambió una mirada con su novia que, sin seguirle el ritmo, depositó su atención en Annick.
—Elena, ¿puedes encargarte del resto? Tengo que atender una llamada —señaló la coordinadora. Alzó su celular con la pantalla brillando—. Esto debe ser del Consejo Escolar. ¡Empiezan a llamar al momento de no entender tus anotaciones!
—¡Créame, la entiendo! —afirmó Elena con diversión mientras Annick se retiró—. Entonces en unos minutos se acabará esto y podrás llevarlo —añadió, mirando a Patsy.
La aludida soltó un bufido sin disimulo y se sentó recostada en la mesa. Greta y Bowie cruzaron una mirada y se mandaron a callar cuando el único sonido eran las teclas de la portátil. La rubia más pequeña miró el actuar de sus compañeros y decidió romper el silencio con un comentario.
—Por cierto, Greta. El encargado del club de Costura es Logan Shepard del último año.
—Tuvimos clase de Biología el año pasado. Siempre atento a los temas que involucran partes íntimas. Quedó como un pervertido —Bowie esbozó una sonrisa ante la mención.
—¿No estaba el rumor de que quería ser ginecólogo solo para ver vaginas? —habló Elena despectivamente al recordar ese murmullo.
—Eso fue cosa de personas envidiosas. Le debo bastante a Logan y sus consejos —respondió el castaño con complicidad en su rostro. Su novia puso los ojos en blanco y se volvió hacia su computadora—. Patsy, ¿cómo va el club de Canto?
Patsy respiró en contestación, no tenía ánimos para responder. Sin embargo, sabía que con eso quedaría mal y rápidamente cambió su parecer.
—Va bien. Nada de qué quejarse. Seguimos siendo los mismos del año anterior y solo se sumó un chico de primer año —le dijo con seguridad—. Estamos preparando el número musical para el baile de invierno.
—¿No harán nada para Halloween? —preguntó Bowie. La chica negó con la cabeza—. Los puestos de la feria acaparan mucho en esta época.
—Quizás me disfracé de la Llorona para ir cantando por los pasillos. Sería divertido —expresó Patsy. Estaba echando un vistazo en dirección a Greta—. ¿En tu escuela solían hacer ferias?
Greta se volvió hacia ella con una ceja levantada.
—Mi escuela en Portland escogía los bailes. El año pasado fui disfrazada de bruja —asintió, riéndose sin reserva. La rubia miró con atención una risa repentina—. ¿Qué es gracioso, Patsy?
