Capítulo 18: Lo que me importa, lo que me gusta

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En el momento en que se acercaba a lo que debía ser el salón de la Red, Patsy se detuvo en seco, sus pies casi resbalando

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En el momento en que se acercaba a lo que debía ser el salón de la Red, Patsy se detuvo en seco, sus pies casi resbalando. Podía escuchar el sonido de la risa de Ezequiel y eso la hizo apresurarse sin darse cuenta, incluso haciendo una marcha rápida. Levantó la vista hacia donde parecía que estaba, preguntándose qué hacía.

Su sorpresa fue bastante cuando lo vio acompañado de otra chica.

—Es Greta Baker —murmuró. Respiró hondo, la otra muchacha pareció percibir su presencia y clavó su mirada en ella—. ¡Ezequiel! —la voz de Patsy lo citó mientras el mencionado volteaba, haciendo todo lo posible para no trastabillar del sobresalto.

—¡Patsy! —llamó Ezequiel, su tono lleno de asombro. Se giró lo suficiente justo a tiempo para que la chica se pudiera frenar delante de él con una amplia sonrisa—. ¿Vienes por los listados?

—Me sorprendió verte en los pasillos. ¿Está todo bien? —preguntó. Miró a Greta, que se había detenido al lado de Ezequiel, estaba terminando de comer su barra de manzana, luciendo unos ojos azules y deslumbrantes—. Hola.

—Tú eres Patsy Timberlake. Te oí un par de veces cuando pasé por la clase de Canto —indicó la rubia sin ceremonias. Señaló con un dedo hacia el salón—. Deberíamos volver antes de que Elena se enfade. Sumará dinero a nuestras cuentas y todavía no tengo.

—Tienes razón —afirmó Ezequiel. Los tres comenzaron a caminar—. Acabo de pagarle por las barras de manzana. No podría pagarle nada más hasta que mi abuela me pase dinero por la limpieza del jardín.

—¿Haces jardinería en la casa de tu abuela? —Patsy se sobresaltó un poco al oír eso.

—No es algo profesional. Solo la ayudo a ordenar lo que ella ya no puede manejar —explicó él. Observó a la chica a su lado con más cuidado. Ella le estaba sonriendo—. Así que no, olvida que presté mis servicios.

—Jane Maverick puede convencerte de hacer eso porque le tienes aprecio —señaló Greta.

—Es mi abuela. Me ofrece techo, comida y me malcría. ¡Está claro que lo haría por ella!

La sonrisa de Greta tembló antes de convertirse en una carcajada que golpeó de inmediato a Ezequiel. Divisó a Patsy, la delgada piel alrededor de sus ojos se arrugó ligeramente. La chica soltó un bufido ante esa reacción.

—¡Elena! —la chica dio un sonido inaudible cuando Ezequiel la llamó al entrar al salón. Levantó su vista con un entrecejo fruncido que se borró después al observar a sus acompañantes—. Greta y Patsy estaban de camino. ¿Tienes alguna pista de Bowie?

—Está con el profesor de Geometría. Quiere hablar por su desempeño en el primer examen del año —se quejó Elena mientras cruzaba los brazos sobre el pecho—. Su fuerte no son los números y lo sabe. No sé por qué no se preocupa de aprender lo básico para salvar la materia.

—Estoy seguro de que ese idiota lo hará a último minuto —dijo Ezequiel suavemente—. Imagina esto. Es noviembre, el frío está entrando por todos lados y tú estás estudiando con Bowie Howard a las tres de la madrugada para el examen que comienza a las ocho.

Buscándote || Esto es crecer #1 || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora