El último paquete cayó en la parte trasera de su camioneta. Dio un vistazo para ver que nada faltara. Sonrió complaciente, se aseguró de que todo estuviera bien y caminó hacia la puerta al momento de ver algo asomándose. Su gesto se suavizó y se aproximó con ternura.
—Kylie, vuelve a la cama —insistió—. Es fiebre. No va a bajar si continúas de pie.
—Pero, papá —lo llamó. El hombre vio la mirada afectada de su hija—. ¿Stevie vendrá pronto?
—Estoy seguro. El autobús está en camino.
Kylie asintió y se estiró para abrazar a su padre. Su arrumaco era fuerte y comunicaba que no quería dejarlo.
—Solo iré a dejar cosas para que Bowie termine. No tardaré —le explicó. Su hija lo miró con curiosidad—. ¿Por qué no te pones al día con esa serie del chico de goma? Dijiste que estabas atrasada.
Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa, recordando.
—¡No puedo dejar One Piece! —su voz cambió de tono rápidamente.
Kylie entró a la casa sin siquiera despedirse para alivio de su padre. Esté cerró con llave la puerta principal y se dirigió a su camioneta cuando notó un vehículo deteniéndose en su frente. Entrecerró la mirada para averiguar quién podría ser y se asombró de no reconocer a la persona.
—¿Quién es ese?
Del Audi color blanco descendió una persona cuyo cabello blondo y físico considerable llamaba la atención. Poniendo un rostro de seriedad, Zac avanzó preparado para cualquier cosa.
—¿Estás perdido? —preguntó con dureza en su tono.
—A menos que este no sea el taller mecánico Howard, sí lo estaré —respondió. Al escuchar su apellido, relajó su expresión—. ¿Tú eres Zac Howard?
—Sí. Soy yo.
—El alcalde dijo que no había mejor mecánico en esta ciudad —explicó el desconocido. Extendió su mano—. Soy Dylan Baker, el nuevo encargado del distrito comercial.
«¿Baker?» se mencionó Zac para sí y correspondió el gesto.
—El alcalde no mentía, sin embargo, estoy por salir hacia la preparatoria. Mi hijo está cumpliendo un castigo.
Dylan dio un rápido vistazo y soltó una leve risa.
—Pasaba para saber la ubicación, pero decidí bajar. También estoy de paso, debo buscar a mi hija en su castigo —declaró—. Nuestros hijos están juntos.
—Si eres padre de una tal Greta, sí. Mi hijo es Bowie —comentó Zac. Dylan liberó una risotada—. Tu chica tiene un carácter fuerte. Arrojó una calculadora porque una de sus compañeras dijo algunos rumores.
El padre de Greta exhaló un bufido débil.
—No ha sido fácil dejar Oregón. Acepté el trabajo porque quería que tuviera una nueva oportunidad —respondió de forma entristecida. Zac afirmó con la cabeza, comprendiendo—. Parece que este castigo o actividad que les dieron está haciendo que Greta esté calmada.
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Buscándote || Esto es crecer #1 || COMPLETA
Genç KurguIr a la oficina del director por quedarse dormido parecía una tontería para Ezequiel Maverick, pero todo cambió cuando se enteró del "castigo" que le esperaba y quiénes lo iban a acompañar: Greta Baker, Bowie Howard y Elena Dunne Doyle Castro. Algun...