Ir a la oficina del director por quedarse dormido parecía una tontería para Ezequiel Maverick, pero todo cambió cuando se enteró del "castigo" que le esperaba y quiénes lo iban a acompañar: Greta Baker, Bowie Howard y Elena Dunne Doyle Castro. Algun...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ezequiel respiró hondo e intentó reparar sus emociones, intentando dar señales de no haber escuchado la crueldad en las palabras de Peter Timberlake. Deseaba no repetir lo sucedido en la presentación, pero la risa de Michael resonaba en su mente con maldad. Se tambaleó sobresaltado, respirando con un poco de fuerza y con la garganta áspera mientras las lágrimas amenazaban caer por su rostro.
—Damos una calurosa bienvenida a Patsy Timberlake. Nuestra segunda cantante de este día.
En el momento en que el anuncio se escuchó, sus pensamientos se detuvieron, también su desconexión y Peter, por supuesto, notó el cambio en su comportamiento. Había parecido ignorar el desequilibrio emocional que había causado.
«Regresa a tierra, Zeke. Esto solo fue una mala broma», se dijo. Sintiendo aquello, se movió en su lugar antes de decir.
—¿Qué tema está por cantar Patsy? No me dijo mucho.
—A mí tampoco —admitió Peter. Luego, para llenar el siguiente silencio, lanzó—. Quería que fuera una sorpresa.
El chico asintió con la cabeza, sacó su celular para grabar cuando apreció una gota de sudor caer por su rostro. Mantener su mente en el escenario y no en la imagen mental de Michael estaba siendo un desafío.
La figura de Patsy entonces emergió en el escenario. Su cabello castaño estaba recogido con sus ya clásicas coletas, tenía una blusa brillante y vaqueros blancos que hacían juego con su calzado plateado. Echó un vistazo general en el público.
—¡Buenas tardes, Little Egg Harbor! —entonó con entusiasmo. La respuesta fue de un bullicio eufórico que le hizo soltar una sonrisa—. ¡Es un gusto estar aquí de nuevo! —tomó el micrófono entre sus manos—. Hay alguien entre ustedes a quien agradezco por venir y quiero dedicarle la primera canción. ¡Esto es para ti, Ezequiel!
El aludido miró sorprendido.
—¿Eh?
La banda comenzó a tocar los primeros acordes de When I'm Gone, canción de Simple Plan. El chico levantó la mirada con asombro, intentando no hacer evidente a quien se refería. El volumen de la canción fue incrementando y las personas alzando sus brazos haciendo inútil que grabara.
—Ella sigue cantando bien —murmuró Zeke para sí mismo, con las manos apretadas—. Sin embargo...—su mirada se giró hacia Peter. Lo observaba con detenimiento—. ¿Señor?
—Estoy orgulloso de mi hija. Hace lo que más desea frente a las personas que ama —dijo rebozando de satisfacción. Sus facciones animadas—. Y también de ti.
Ezequiel inclinó la cabeza con expectativa, su corazón comenzó a palpitar con fuerza, en tanto las dudas corrían por su cerebro, los pensamientos respecto al comentario de Peter zumbando. Eso último lo hizo sentirse un poco mejor y se aproximó hacia el hombre con una sonrisa en la cara. Después de todo, quizás Peter Timberlake era un padre bromista, pero que tenía momentos de seriedad.
