Bolivia y su harem [Yaoi] 🌸TERMINADA🌸

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Hola mis pejis, perdón por haberles hecho esperar, gracias por su apoyo, ahora estoy al mil y habrán caps con regularidad, así como antes, este libro casi llega a su final pero espero de corazón sigan apoyando los otros que he estado haciendo como el Mexivia, y haré una cosita especial para los dibujantes así que atentos ¿si?, los amo mis pejis 👁👄👁💖💖💖💖

[USA Y BOLIVIA]
(¿Saben que significa el limón👁👄👄👁?)

-¿Hola?

- Hola

Bolivia reconoce ese acento casi al instante, su corazón da un mini paro cardíaco por la sorpresa, no sabía porqué, los nervios atacaron su cuerpo haciendo que a la vista esté tenso y nervioso.

- ¿Qué pasó?.

- ¿Dónde estás?, necesitamos hablar.

- A pues muy cerca de mi casa ¿pasó algo?.

- Te lo contaré cuando estemos los dos, face to face, te espero en la cafetería esa cerca de tu casa.

- ¿En la súper cara y linda?.

- Yes.

- ¿Okay...?.

- Te espero entonces.

La persona al otro lado de la llamada cuelga dejando a un Bolivia nervioso lo cual nota su acompañante de a lado.

- ¿Pasó algo?.

- Este.... Estados Unidos quiere charlar.... de no sé.

- Ah..... ¿van a hablar en su casa o la tuya?.

- No no no, en ese restaurante súper elegante cerca de mi casa, ay que hará ese loco.

Dice el menor en un suspiro llevando una de sus manos a su cara.

- No debes de ir, quédate conmigo...

- Kazi no empieces tu con tus cosas psicópatas.

Kazajistán ríe nervioso pero muy dentro de él le dolió, los celos nublaron su vista e hizo más pesado su cuerpo, un fuego empezó a arder dentro de él y aquel fuego era tal que sintió en vida como su sangre se calentaba lentamente pero la voz del chico a su lado le lanzó un balde de agua helada.

- ¡Kazi era atrás, voltea!.

El dueño del auto sacude levemente su cabeza y vuelve a la realidad, intentando calmarse y aceptar que su amado se iría con ese riquillo cara hamburguesa.

- ¿Estás bien?.

- Si si si, solo.... no confío en ese imbécil, me llamas cualquier cosa.

- Que si... tranquilo, no es que me vaya a secuestrar o algo así.

- Ese hombre está loco.

El lujoso auto estaciona enfrente de la linda cafetería estilo japonés color blanca, Bolivia por supuesto había entrado alguna vez y no precisamente a comprar pero con esas intenciones, entró a preguntar los precios de aquellas comidas tiernas y ricas y como un campeón se fue con un mal sabor en su boca, el sabor de la pobreza.