¿Sachi X Kirito? - Sword Art Online

Parte 8 - Inmersión completa

Intrigado por las palabras de Kayaba Akihiko, observo como los cuerpos de Asuna y Egil empiezan a temblar descontroladamente.

Sabiendo que el causante de detener el tiempo estaba frente a mí, me preparo con mi espada.

Kirito - ¿Qué les haz hecho?

Kayaba - hm, parece que he sido descubierto.

El hombre que inventó este mundo, nos encerró dentro de esta pesadilla y, presuntamente, estaba a punto de decirme algo importante, comienza a levitar.

Kayaba - Nos volveremos a ver, Kirigaya Kazuto.

Y así como llegó, Kayaba se perdió en el horizonte. Me dejó con más dudas que respuestas y, lo que es peor, no hice nada para aprovechar el momento y terminar este juego de una vez...

Pasan unos segundos hasta que el tiempo vuelve a la normalidad. Al hacerlo, casi todos actúan como si nada, exceptuando a mis dos compañeros que comienzan a mirarse de reojo. Aún procesando la información, solo puedo sentir unos delicados brazos devolviendo aquel abrazo que había empezado instantes atrás. 

- Sachi...

Las lagrimas de la chica en mis brazos empiezan a mojar mi negra túnica. Lo único que se me ocurre es darle pequeñas palmaditas en la cabeza, mientras le digo que todo estará bien.

- Creo que... deberíamos irnos a casa.

Puedo sentir levemente como asiente con la cabeza. La tomo de la mano, y antes de irnos volteo una ultima vez.

¿Eh? Que extraño... por un momento creí ver a Asuna mirando hacia acá.

...

Las enormes puertas de la gran sala comienzan a sonar.

- ¿Qué sucede?

Una voz imponente resuena en la sala, haciendo un eco aún más potente.

- Vengo a dar el reporte de los sucesos en el callejón.

Se escucha una voz femenina del otro lado de las enormes tablones de madera.

- Ah, ¿Asuna? De acuerdo, pasa.

La chica de cabello castaño abre las enormes y pesadas puertas sin casi esfuerzo, sus tacones redoblan en el suelo de hormigón, atravesando las suaves alfombras del mismo.

Asuna - Lider. 

- Asuna, es un placer tenerte por aquí. Excelente trabajo repeliendo a aquellos ruines asesinos.

Asuna - Le agradezco sus elogios, y la ayuda brindada.

- No podemos simplemente dejar de proteger a los débiles. Mientras luchamos en el frente, hay que tener ojos en las espaldas.

Asuna - Como usted diga, señor.

La joven de armadura ligera blanca suspira mientras observa el ventanal detrás del hombre a cargo.

- Te noto algo inquieta.

La chica deja caer la cabeza hacia abajo.

- ¿Asuna?

Asuna - Entren, chicos.

Por la puerta aparecen distintos jugadores. Un hombre alto, musculoso y moreno, a su lado un joven acompañado de un sequito vestidos con el mismo color, una chica de cabello rosado con un maso y una niña acompañada de su dragón mascota.

- Mhh que interesante.

Exclama el hombre sentado en la silla.

- ¿Una raid en pleno día, a la base del mayor gremio y, lo que es peor, TU gremio, Asuna?

El chico con bandana y chiva arremete con su espada hacia la mesa.

-- ¡Dejate de tonterías, Kayaba!

-- ¡Detente, Klein!

El hombre más alto detiene a su compañero.

Asuna - No tienes que actuar. Tu ya lo sabes, al igual que nosotros.

Dice la chica mientras camina hacia el ventanal.

Kayaba - Esto si que es una sorpresa, ¿Qué los trae por aquí?

Asuna - Creo que... debería darte ese reporte.

... 

Los jugadores se encuentran separados por distintos rincones de la sala. El silencio ha reinado durante unos minutos, hasta que Kayaba Akihiko se levanta abruptamente.

Todos, sorprendidos por lo repentino de la acción, terminan quedando perplejos por lo que aquel hombre que habían temido hasta en sus sueños, hace.

Kayaba - Lo lamento.

Mientras hace una reverencia. Asuna es la primera en reaccionar.

Asuna - ¿e-eh?

Kayaba - Casi les arruino la operación. Creí que Kirito se encontraba en peligro.

Todos no hacen más que quedarse de piedra frente a aquellas palabras de genuina preocupación por alguien que había asesinado a miles de personas, y arruinado la vida de otras miles. 

Klein - Por... por... qué? De todas las personas...

Kayaba se aleja de la mesa y se posiciona al lado de Asuna, quién junto con los demás, seguía parada, tapandose la boca con las manos.

Kayaba - Estoy en deuda con él. Supongo que para toda su vida, o, al menos, su vida dentro de la red. Yo, que soy un reflejo del "alma" de Kayaba Akihiko, estaré eternamente agradecido por lo que Kirigaya Kazuto ha hecho por mí.

Todos comienzan a reunirse al centro del salón. Toman sus armas esperando ansiosos la aproxima acción de ese hombre, pero pasa un tiempo hasta que vuelve a hablar.

Kayaba - Los ayudaré en lo que pueda... y no interferiré nuevamente...

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¡Gracias por el apoyo que está teniendo este fanfic! Aún con las responsabilidades, intento día a día avanzar un poco más en cada capitulo. (Mi error escribir tantos a la vez T-T)