Una habitación en la nada. Dos personas frente a frente. Ambas admiran al otro por ser la única persona que puede enfrentarle. Demasiadas dudas que aclarar y poco tiempo para responderlas.
Kayaba - ¿Y bien? ¿Para qué me llamaste, Kirito?
El joven lleno de preguntas, observa incrédulo al hombre.
Kirito - Kayaba... dime cual es mi situación.
...
Me levanto desorientado. Estoy en mi apartamento en el piso 36. Sachi no está en la habitación.
Intento recomponerme como puedo, pero mi cuerpo no cede a mi voluntad.
Supongo que estaré un poco más en la cama...
Un sentimiento de terror empieza a formarse en mi mente.
Sachi... ella había...
Como si me hubiese olvidado completamente del agotamiento en el cuerpo, me levanto rápidamente y salgo de la habitación. El pasillo que conecta todos los ambientes tiene la luz prendida. Se escuchan sonidos de menú en la cocina. Voy corriendo hacia ella para confirmar el origen.
Sachi estaba frente a la cocina, con la mano levantada para seleccionar una opción, pero completamente concentrada en mí, estando asomado con la mitad de mi cuerpo por la puerta.
Sachi - ¿Ki-kirito?
Suspiro profundamente, bajando el rostro del alivio.
Vuelvo a subir la cabeza hacia Sachi y, soltándome, me acerco a ella abrazándola.
Ella se queda quieta. Seguramente, sin entendimiento alguno de lo que sucede y sorpresa ante la reacción.
Después de un instante, me devuelve el abrazo. Y estamos así durante algunos cuantos minutos.
Esto... siempre lo hacemos. Aún así... jamás me canso de ello.
En el silencio, solo lleno de nuestros latidos, Sachi es la primera en romper el equilibrio.
Sachi - Kirito. Vino a saludar la sublíder de la los caballeros de la hermandad de sangre, si mal no recuerdo su nombre es... Asuna, ¿no?
Un escalofrío recorre mi espina, y me hace soltar desesperadamente a Sachi.
Manteniéndola alejada de mí, me doy cuenta solo al ver su rostro de lo que está ocurriendo. Termino de alejar mis manos de ella.
Su expresión, que al principio era de sorpresa, ahora esta envuelto en una sonrisa nerviosa.
Sachi - Pue-puede que no sea nada malo, Kirito.
Kirito - S-sí, es verdad.
Pensé que se había dado cuenta...
...
El lugar de encuentro. La zona de "enfrentamiento". Un lugar claro y representativo de nuestros sentimientos.
Encaminado, empiezo a pensar en lo que podría decir. No conozco mucho realmente de mi situación, solo lo que me ha dicho Kayaba y mis propias conclusiones.
Uno de los pisos más hermosos de aincrad. Desde que derrotamos a este jefe, el enemigos desaparecieron de la zona y el clima es siempre positivo.
Aunque desde que "reviví" mis esperiencias, no le encontraba nada de esplendor a la zona. Pensaba en ella como un escape, una huida. Todo aquel sin ánimos de escapar se quedaría aquí, y yo por ella, debía pelear.
Por cada paso que doy hacia el lugar, es una parte de mi que intenta pelear contra está dualidad. Producto de años aquí dentro con mis recuerdos reiniciados.
Luego de subir una pequeña colina, se empieza a observar el lugar de encuentro. La estructura que lo marca es una pequeña cabaña hogareña, rodeada de un hermoso bosque.
...
Asuna - ¡rápido! Vamos llegando tarde.
Lisbeth - Espera... Asuna... Mi aliento.
Junto con los demás, vamos atrasados a la reunión que acordamos con Kirito.
Todo es culpa de ESA persona...
...
Cuando estamos preparados para salir de la base, de pronto nos encontramos encerrados en una habitación infinita. Sin salida.
Asustados por la situación, contemplamos a un hombre que se acercaba a lo lejos.
Olvidándose de su personaje de juego, el hombre que se acerca es el verdadero Kayaba Akihiko.
Klein - ¡Sabía que esto era obra tuya! ¡Maldición!
Asuna - Capitán, ¿Que sucede? Debemos apresurarnos.
El hombre termina de acercarse a nosotros y, caminando entre todos, comienza a explicar sus razones.
Kayaba - Tienen que tener cuidado.
Lisbeth - ¿a q-que se refiere?
Kayaba - ahora mismo, es muy probable que EL sea muy susceptible al intercambio de fluctlights.
Asuna - ¿Intercambio de fluctlights?
Kayaba - En estos instantes puede que exista una pelea de poder en la mente de KIRIGAYA.
Egil - Entonces pretendes que mantengamos la compostura cuando lo veamosz hasta observar cuál Kirito es el que "reina", ¿Verdad?
...
Tienes que mantener la compostura, Asuna. No importa que tan alegre estés.
Llegamos al frente de la choza y, aún considerando que nos hemos atrasado una hora desde la que acordamos, no hay rastros de Kirito.
Sílica - Oh, qué extraño.
Egil - Asuna... Tú...
De pronto todos empiezan a intercambiar miradas entre el hogar y mi rostro.
Asuna - ¿Chicos?
Klein - ¿Tú terminaste comprando la casa desde que nos convertimos?
Asuna - ¿Comprarla? P-por supuesto que no... Quiero decir... No sería lo mismo.
Lisbeth comienza a acercarse de apoco a la puerta. Terminando abriéndola.
Lisbeth - entonces... ¿Por qué está desbloqueada?
Completamente paralizada por la situación, ignoro a todos a mi alrededor y aprovecho que Lisbeth está sosteniendo la puerta para entrar sin demora.
La habitación principal, que la esperaba completamente desolada, me la encuentro repleta de muebles. Aquellos de los que hacía meses me había olvidado por completo...
Me adentro más en el lugar, y, al otro lado del ventanal al balcón, miró sin creer aquella túnica característica, que solo porta aquella persona de la que en un principio me enamoré.
Esa persona, observando al horizonte, voltea hacia mi.
Kirito - Tanto tiempo, Asuna...
-----------------continuará--------------------
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¿Sachi X Kirito? - Sword Art Online
Romansa¿Una sola decisión distinta podría cambiar por completo una gran historia? ¿Qué harías si tuvieras la oportunidad de volver al pasado y cambiarlo? Que tal si... ella no hubiese muerto.