Friendzone✔

Siempre estaré contigo.

Dorian

Nada.

No había sentido absolutamente nada.

No había sido un mal beso, ni tampoco era alguien insignificante en su vida, se supone que era la chica que le gustaba, pero el choque de sus labios con los suyos no le habían hecho sentir nada.

Y eso lo tenía mal, porque sintió más de mil cosas estando cerca de Zoe en la azotea, incluso sintió más cosas cuando la vió después de besar a Laura que cuando la besó.

¿Qué le estaba pasando? ¿Qué es esto?

—Dorian, si no vas a poner ni un poco de tu empeño en jugar ¿Para qué vine?

—Oliver... Besé a Laura.

—Si, claro como di- ¿QUÉ?

—Ya, no armes un escándalo... No sentí absolutamente nada.

Dejé el control en la mesa y me lleve las manos a la cara, exhausto de toda esta situación ¿Qué se supone que haría ahora?

Mi mejor amiga no me hablaba desde el estúpido beso, mi rubia... La rubia le dijo que no sabía que hacer ahora ¡La besó porque ella se lo pidió! Maldita sea ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

—Espera ¿Entonces por qué la besaste?

—Yo... Se suponía que me gustaba pero ahora no lo sé, ella tiene novio y Zoe está muy extraña.

—¿Delgado lo sabe?

—Ella nos vió.

—Estás en problemas amigo... ¿Cuándo creciste tanto?—Dijo como una madre orgullosa.

—¡Oliver! Es en serio.

—A ver, idiota, no es difícil darse cuenta que ya no sientes nada por Laura y si ella te correspondió el beso significa que ella ya no siente mucho por su supuesto novio.

—Tienes razón... Yo no quiero que siga con él pero tampoco quiero que ella quiera estar conmigo... Yo no lo sé, estoy confundido.—Dije, abriendo mis sentimientos a mi mejor amigo.

Oliver iba a decir algo pero el sonido de un teléfono lo interrumpió.

—¿Bueno?

—Do-dorian... Yo te-terminé con Mateo.

—Hey, Laura ¿estás bien? Tranquila, no llores.

—Dorian... Yo se lo dije...

Mierda, rayos, demonios.

—¿Qué le dijiste, Laura?

—Yo...

La puerta comenzó a ser tocada con brusquedad, la persona detrás de esta seguramente quería tirarla.

Le hice señas a Oliver para que fuera a ver quien era.

—Laura, tranquila, dime que pasa.

—Tú maldito bastardo.