Un desastre.

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Zoe

Bajé las escaleras rápidamente, aún me sentía mal por lo que había pasado con Dorian, no entendía porque me fastidiaba tanto que se besara con Laura... Tal vez es porque me sentía culpable por Mateo, era mi mejor amigo y prácticamente había ocasionado que su novia le fuera infiel.

Me sorprendí al ver a mis padres allí, creí que saldrían como era su costumbre. Busqué a Carlota con la mirada, no estaba allí.

—¿Y Carlota?

—Se fue temprano hoy, nos quedaremos a cenar juntos, cariño.

—Bien...—Dije desinteresadamente, me resultaba un poco extraño.

Tomé asiento con la mente en otro lado y sin darme cuenta que mi padre llevaba unos segundos llamándome.

—Zoe ¿Estás bien, cariño?

—Oh si, papá, estaba pensando en... En el concurso de talentos.

—¿Sigues siendo parte del comité?

—Si... Pero esta vez me inscribí.

—¿En serio? ¡Que bien, cariño! ¿Cuándo es?—Esta vez habló mamá.

—El viernes de la próxima semana... Está bien si no pueden asistir.

—¡Claro que iremos, Zo! Podríamos ir a cenar después.

Asentí con una sonrisa en mi rostro, me ponía feliz que pudieran asistir.

Queriamos hablarte de algo, Zo.—Comenzó papá.

—Como sabrás, estos últimos meses el jefe ha estado solicitandonos a menudo.

—Si y estoy muy feliz por ustedes, papi.

—Verás... Habló con nosotros y he logrado un ascenso, seré jefe de sector en una de las franquicias.

—¡Felicidades papá! Me alegra mucho.—Dije, abandonando mi asiento para darle un abrazo acogedor.

—Aún no he terminado, cariño.

—Oh si, prosigue.

—El trabajo es fuera de aquí, mi amor... Tendremos que mudarnos a otro estado.

Me quedé estática en mi lugar, no sabía qué decir y un extraño dolor de cabeza comenzó a hacerse presente.

—Yo... Yo no puedo mudarme, papá, mi vida está aquí.

—Cariño, harás nuevos amigos a donde sea que vayas ¡Eres una persona muy sociable!

—Tu mamá tiene razón, Zo, además ¡Esto te ayudará mucho! El aumento de sueldo nos dará la oportunidad de pagarte una universidad privada y podré heredarte mi puesto en la empresa sin problemas.

—¡Yo no quiero ese estúpido puesto! No quiero trabajar ahí, no quiero irme a ningún lado...

—Zoe, relájate, tienes que ser comprensiva, no tendrías nada de esto de no ser por nuestro trabajo.

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