Los Wayne

Familia

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Bruce: 31 años
Dick: 10 años
Jason: 8 años
Tim: 4 años
Damian: 1 año

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Bruce observaba divertido cómo sus dos hijos mayores peleaban, mientras los dos menores estaban sentados justo a su lado. Tim tenía un libro infantil y trataba de leer en voz alta, mientras Damian reía viendo a los mayores y se chupaba un dedo.

—¡Dickhead, quiero ver mi programa! —reclamó Jason.

—No molestes, Jason. Hoy sale un capítulo nuevo de mi novela —respondió Richard, tratando de quitarle el control remoto a su hermano, quien daba vueltas alrededor del sillón, procurando no molestar a los menores.

Cuando Dick logró atraparlo, Jason le dio un rodillazo en el abdomen, sonriendo con suficiencia... hasta que vio que Dick le devolvía la misma sonrisa y se dio cuenta de su error.

—¡Jason, no le pegues a tu hermano! —Bruce se levantó rápidamente y llevó a Dick hasta el sillón para revisarlo—. ¿Dick, te duele? —preguntó preocupado.

El niño puso su mejor cara de cachorrito abandonado.

—Solo quería ver mi programa, Jay. ¿Por qué eres tan malo conmigo? —se abrazó a su padre, mientras Bruce le lanzaba su famosa batimirada al niño, quien, con un puchero en los labios, le entregó el control remoto al primogénito Wayne.

—Perdón, Dick, no quería pegarte —dijo Jason.

Bruce sonrió, pero el chico murmuró entre dientes:

—Bien que podías esquivar, maldito manipulador...

—Jason, el lenguaje —lo reprendió su padre.

Jason se cruzó de brazos y se sentó a su lado. Tim dejó su libro y se pegó más a su hermano mayor, mientras Jason, con cuidado, tomó a Damian y lo puso en brazos de Dick, quien sonrió con arrogancia ante su victoria y cambió de canal para poner su novela, acomodando suavemente al bebé en su regazo.

—Sigo sin entender por qué te gusta esa bas-novela —comentó Jason, ganándose una mirada de odio de su hermano y una de advertencia de su padre.

—¿Ya empezó la novela, amo Dick? —preguntó Alfred al entrar a la sala con unos emparedados.

—Aún no, Alfred, pero ya está por comenzar —respondió el niño.

Damian seguía sentado en las piernas de su hermano mayor, pero veía con algo de celos cómo sus hermanos mayores estaban recargados en el brazo de su padre. En un descuido, Dick se levantó a traer jugo, y Damian aprovechó para gatear y sentarse en las piernas de Bruce, ganándose una mirada divertida de Alfred y una pequeña sonrisa de Bruce.

—Dami, estabas conmigo —se quejó Dick, haciendo un puchero.

El bebé lo ignoró olímpicamente y se acomodó mejor en los brazos de su padre, quien lo abrazó con cuidado. Alfred se sentó junto a Jason, que tenía en su regazo a Tim, con una sonrisa inocente.

La novela no había estado tan aburrida como algunos pensaban. Jason soltaba exclamaciones y maldiciones en voz baja cada vez que maltrataban a la protagonista, mientras que los menores no entendían nada. Tim prefirió seguir leyendo y Damian, poco a poco, se iba quedando dormido. Bruce miraba entretenido, aunque a veces se distraía con las maldiciones que soltaban Jason y, casi entre dientes, Dick.

Cuando Damian comenzó a cabecear, Bruce se dio cuenta de que la noche había caído. Con lentitud, se levantó con su hijo en brazos y fue a preparar su leche. Alfred lo siguió para hacer la cena más rápido. Cuando la novela terminó, los niños corrieron a la cocina.

Se sentaron ansiosos por la comida. Dick trató de cuidar los modales para dar el ejemplo a sus hermanos menores. Jason devoraba todo lo que le ponían enfrente, mientras Tim, con más tranquilidad, imitaba a Dick y veía con algo de asco la forma de comer de Jason. Damian estaba en brazos de Bruce, tomando su leche y cerrando poco a poco los ojos.

Cuando Dick terminó de comer, agradeció y corrió escaleras arriba. Jason frunció el ceño con molestia, mientras Bruce se llevó a Damian y a Tim para asearlos y acostarlos. En poco rato, Damian dormía en su cuna, y Tim ya estaba arropado en su cama.

Cuando Bruce fue a la habitación de Jason, no se sorprendió al ver que el niño no estaba allí. Al bajar, lo encontró en la entrada de la Baticueva junto a Dick. Uno tenía un puchero y el otro una mirada ansiosa y ojos de cachorro.

—¿Vas a salir a patrullar? —preguntó Dick, tratando de ocultar sus verdaderas intenciones.

—Sí, Dick. Y no, no vas a acompañarme, estás castigado —respondió Bruce.

Dick puso un puchero y Jason sonrió divertido. Bruce abrió la puerta, evitando que sus hijos vieran la contraseña, y comenzó a bajar para cambiarse.

—Pero la broma la hizo Jason —reclamó Dick, siguiéndolo.

—Y tú le seguiste el juego —sonrió dulcemente Bruce—. Además, si no te castigo... —dejó la frase inconclusa, dejando claro que no quería molestar a su segundo hijo.

Jason frunció el ceño en desacuerdo y Dick suspiró, sabiendo que tenía la batalla perdida.

Los niños observaron cómo Batman se preparaba, guardando equipo tanto en su cinturón como en el Batimóvil. Antes de irse, el hombre les sonrió y les advirtió que se fueran a acostar, a menos que quisieran probar los límites de Alfred. Subió al auto y desapareció tras la cascada. Dick y Jason cerraron la puerta, se lavaron los dientes y se fueron a sus habitaciones a descansar.

Casi de madrugada, Batman regresó a la mansión, cansado. Alfred lo recibió e informó que los niños se habían ido a la cama sin quejas. Aliviado, Bruce se cambió y se bañó antes de revisar las habitaciones de sus hijos.

Jason dormía en una extraña posición, con la cobija casi en el suelo. Bruce entró, lo cubrió nuevamente, le acarició el rostro y salió en silencio.

Luego fue a la habitación de Dick, quien dormía casi como un angelito... si no fuera porque tenía una funda de cereal bajo la almohada. Bruce suspiró divertido, la sacó y la dejó en el escritorio. Luego lo arropó bien y le besó la frente.

Después fue a la habitación de Tim, que dormía hecho bolita. Le acarició el cabello y también lo besó en la frente. Finalmente, entró a su habitación, donde revisó la cuna de Damian. Tras casi seis meses en la mansión, por fin dormía casi toda la noche. Viendo que todos sus hijos estaban bien, Bruce se acostó y se durmió con una sonrisa.

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Aumente las edades de los Robins al inicio para que sea más fácil entender los capítulos  

Todas las historias están en la misma línea de tiempo :D

Volví a editar por que leí y casi me da algo al ver todas las faltas ortográficas, según yo corregí casi todo, pero soy ciega a veces y no veo jaja, ultima que edito esta historia, perdón si ven faltas ortográficas!!!!

Los nuevos capítulos son después del capítulo de Cumpleaños de Damian, pero también edite un poco la bienvenida de los niños a la familia!!