Capítulo Sexto

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Helery

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Helery

El día de la celebración había llegado, estaba algo nerviosa y triste, pues durante todo el mes había estado planeando éste día con Ariel y Hazza, quién iba a creer que durante tanto tiempo me habían engañado esos dos pares de idiotas. Durante ésta semana, Ariel me había llamado y dejado miles de mensajes, pues según ella, no entendía la razón por la que yo me había alejado de esa manera de un día para otro, que hipócrita era ¿Cómo antes no lo podía notar? Estaba ciega, ciega por un cariño de hermana y un amor de pareja, siempre dicen que aveces se aprenden lecciones  dándonos golpes contra la vida, de otro modo no aprenderemos.

Estuve toda la mañana y tarde rogándole a mi hermana para que fuera conmigo a la celebración, pero según ella debía enfrentar mis miedos sola, y así podría dejar de sentir el dolor en mi pecho debido a una traición doble, resignada asentí y empecé a alistarme. Mi hermana se encargaba de maquillarme mientras teníamos una conversación normal sobre al gato.

—¿Cómo lo encontraste? —cuestionó mientras ponía un poco de sombra sobre mí párpado móvil.

—Estaba en la calle y lo recogí —alcé mis hombros sin darle importancia—. Estaba lastimado y quise darle una mano, además es muy lindo.

—Tienes razón, pareciera que entendiera todo lo que decimos —dijo ella mientras yo abría mis ojos y reparaba al gato. Éste estaba mirándonos con total atención —, me cayó muy bien.

—Es un gato —mascullé nuevamente sin importancia —. Hablas como si fuera una persona.

—Quizá lo sea —ambas nos miramos y reímos. Era solo un gato y eso nada lo cambiaría.

Después de una conversación amigable, un maquillaje decente pero atrevido y un poco de crema hidratante, fue el turno del vestido, el hermoso vestido blanco que había visto horas antes de aquella desgracia, pero como dijo Sammer, debía olvidar eso y demostrar que sola también podía ser feliz. Tomé el vestido y con ayuda de mi hermana me lo puse, me giré unos 90 grados hacia el espejo y quedé asombrada, mi vestido era diferente; tenía unas hermosas flores azules en el borde de abajo, tenía un descote en los pechos que eran cubiertos solo con una amarre de cinta azul que dejaba a la vista muy poco, pero lo suficiente para dejar impaciente a cualquiera que me viera, los tacones tenían unos zafiros y perlas plateadas en el borde, dejándolos ver elegantes y más altos, definitivamente ese no era el vestido que había elegido para dicha fiesta.

Giré sobre mi propio eje y miré a Sammer, ésta me miró con su cara de -¿Ya qué hice?-. Rodeé los ojos y señalé el vestido dándole a entender que ese no era el vestido que yo había elegido para la celebración de la Luna llena.

_No me mires así Helery —musitó cruzándose de brazos—, yo no toqué tu vestido, además estaba en la bolsa de la compra.

—¿Quién más pudo ser? —suspiré— no tengo tiempo para pensar en eso, debo llegar a la fiesta a tiempo.

—Míralo por el lado amable, combinas con tu gato —reí junto a Sammer, ella tenías razón, era como si él mismo lo fuera hecho. Raro ¿No? Ese gato era muy misterioso, pero era un gato, un simple gato dulce.

Gracias por leer mis amores
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Candy Cat (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora