Final 2/3

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Helery

La noche estaba más que hermosa, las estrellas iluminaban el cielo oscuro y la Luna alumbraba el pequeño parque el cual se encontraba con tan solo dos personas. Las manos de Lecuim acariciaban mis mejillas mientras nos besábamos con pasión, amor y lujuria, con cariño y delicadeza me recostó sobre la daba la cual había puesto para sentarnos y ver las estrellas; Todo estaba perfecto, sus besos iban desde mi boca hasta mi cuello, sentía mariposas dentro de mí junto con mi piel erizada por su tacto.

Sentí como metió su mano dentro de mi blusa y empezó a acariciar mi pecho por encima de la tela, sin quedarme atrás empecé a deslizar su camisa por sus brazos dejando a la vista su cuerpo bien trabajado, sin desvanecer el beso cambiamos de posición y ahora yo me encontraba sentada encima de su miembro ya erecto, con delicadeza fue quitando mi blusa para luego desabrochar mi brazier y dejar mis pechos a su vista.

- Eres tan hermosa y perfecta - Susurró mientras miraba con lujuria mis pechos y los acariciaba con sus dedos haciéndome estremecer.

- Te amo Lecuim - Musité acercándome para volver a besarlo - Soy tuya para siempre.

Lecuim se encargó de quitar mis jeans y bragas, el frío del parque chocaba con mi piel desnuda y vulnerable, me sentía algo incómoda estado así en un lugar público donde en cualquier momento podía llegar alguien y vernos, pero esos pensamientos se esfumaron tras sentir la boca fría de Lecuim en mi entre pierna. Sentía que podía tocar el cielo con mis manos con cada lamida que sentía.

Cada vez vea su miembro suplicando por atención, sin pensarlo dos veces me incorporé y lo toque con mis manos sacando un gruñido de su parte, escucharlo gemir era la mejor parte de todo. Decidí devolverle el favor y quité sus jeans con cuidado, lo siguiente que hice fue quitar sus boxer para empezar a lamer y chupar con cuidado pero intensamente, sus jadeos me hacían entender que lo estaba haciendo bien. Era perfecto.

Lecuim volvió a acostarme en la sabana para posicionarse entre mis piernas y empezar la acción, su miembro entraba lentamente abriendo poco a poco mi zona. Sus penetradas empezaron rápidamente haciéndome gimotear de una manera exagerada, puse mis manos en mi boca para evitar que alguien me oyera pero Lecuim las quito para deleitarse con mi placer. Lo hacía tan bien que en un par de minutos me viene soltando un gemido ahogado que rasgaba mi garganta, Lecuim jadeo aumentado sus movimientos para también venirse en mi interior.

Él era lo mejor que me había pasado y lo amaba.

La mañana había llegado, me encantaba la idea de despertar y lo primero que viera fuera el rostro angelical de Lecuim despertando poco a poco. Sin pensarlo dos veces acaricié su rostro haciendo que abriera sus ojos azules.

- ¿Te desperté? - Susurré besando su frente.

- Ya lo estaba, tranquila - Besó mi mano dedicándome una sonrisa.

Candy Cat (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora