Final 3/3

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Helery

Había pasado la mejor noche de mi vida, no podía describir con palabras lo que sentía o simplemente a un no se ha creado palabra para ésto. Lecuim iba a mi lado con nuestras manos entrelazadas, estábamos en la puerta de mi casa, ya estaba ansiosa por entrar y contarle todo a Sammer, estaba segura que se iba a alegrar tanto como yo.

Una vez dentro llamé a Sammer la cual estaba en su habitación haciendo quién sabe qué; Por otro lado estaba nerviosa de su reacción, tal vez se alegría como dije anteriormente, pero lo dudaba ya que hace días está algo rara y había un poco de tensión entre ella y Lecuim ¿Acaso me estaban ocultando algo? No, posiblemente estaba paranoica por todo por lo que había pasado.

- ¿Y cuál es la noticia que los tiene tan fáciles? - Cuestionó con una pequeña sonrisa curiosa.

Sin decir palabra alcé mi mano y mostré el anillo - Lecuim me pidió matrimonio - ore con alegría y ella me abrazó.

- Felicidades hermanita - Musitó tratando de ocultar su verdadera expresión ¿Pero qué estaba sucediendo? No sabía la razón de su comportamiento -. Yo seré la encargada de hacer tu fiesta de despedida.

- ¿Fiesta de despedida? - Preguntó Lecuim no muy convencido.

- Claro Lecuim, Helery debe de tener una gran noche antes de su gran boda - Sonrió.

Antes de que Lecuim o yo pudiéramos mencionar palabra, Sammer ya se encontraba llamado a sus amigas para arreglar todo, veía que trataba de mostrar entusiasmo pero algo de ella no cuadraba en todo ésto, seguía con mi mal presentimiento y eso no me dejaba en paz. La boda iba a hacer en una semana, era realmente rápido pero ninguno quería esperar más, estábamos realmente felices y queríamos ser esposos para toda la vida.

La semana siguiente había sido un completo descontrol, Sammer se la había pasado arreglando la dichosa fiesta de despedida, por lo que mi madre vino para ayudarme a elegir el vestido, los arreglos y muchas cosas más. Mi padre fue el encargado de ayudarle a Lecuim con su Smoking seguido de un sermón donde lo único interesante era que debíamos ser felices sin importar nada. En un parpadeo había llegado la fiesta que durante una semana Sammer había organizado, estaba nerviosa y a la vez feliz, todo era perfecto.

- Cuídate mucho - Besó mi frente - Sí pasa algo o necesitas algo no dudes en llamarme.

- Claro que sí cariño - Lo abracé - Sí algo llegará a pasar, prometo ser a ti el primero al que llame.

- No tomes mucho y trata de no tocar mucho a los bailarines que tú hermana contrató - Sonreí tras sus celos absurdos, era una ternurita.

- Ya es mañana - Susurré alejándome de él - Seremos marido y mujer.

- Sí - Tomó mis manos - Aún recuerdo la primer vez que nos vimos, estabas tan tomada que no te importó acostarte con un desconocido, la vez que me viste transformarme pegaste un grito inmenso ¿Qué pasaba por tu mente? Creí que iba a quedar sordo. Después de eso hicimos el amor hasta más no poder, pensaba que íbamos a estar juntos pero me echaste ¿No te dolió verme sufrir? Sé que lo hacías por mi bien, pero yo quería estar contigo y ahora lo estoy. Eres mi pequeña, mi princesa y mañana serás mi esposa ¿Qué más le puedo pedir a la vida? Contigo lo tengo todo y es algo que no quiero perder nunca.

- Lecuim - Un sollozo salió tras las lágrimas que empezaban a bajar por mis mejillas. Recordaba todo eso con claridad, tuvimos muchas cosas que vivir, pero todo valió la pena - Te amo con todo mi corazón.

- Y yo te amo a ti mi pequeña.

Candy Cat (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora