Capítulo Trigésimo Primero

1K 234 51
                                    

Helery

No puedo describir la sensación que yace en mi pecho al tenerlo tan cerca, quisiera que toda la vida se quedara a mi lado haciéndome feliz y yo a él ¿Cómo describir dicho sentimiento al perderme en sus bellos ojos azules? La forma en que se estremece mi cuerpo con tan solo un toque suave y clandestino. Pero la tosca y realista voz de mi consciencia me advierte que debo dejar de soñar, que debo dejarlo ir ya que nunca fue mío, le pertenece a ella, le pertenece a la persona que más me a lastimado. Ariel.

Lecuim decidió llevarme a casa para no dejarme sola, sin pensarlo dos veces asentí ya que sinceramente no me encontraba bien, fue un miedo aterrador no quiero imaginar cómo se sienten aquellas chicas que si han llegado a lastimarlas. En el trascurso del viaje todo había estado en silencio, ninguno mencionaba palabra alguna, no había nada de qué hablar o eso creía yo hasta que él lo hizo.

- Te necesito Helery - Susurró con voz ronca sosteniendo el volante con fuerza - No puedo estar separado de ti. Creo que...

- No - Lo interrumpí - Tu destino es estar con Ariel, no conmigo - Sentía un nudo en la garganta.

- Déjame hablar por favor - Iba a negarme pero el tapó mi boca con su mano derecha - Helery creo que tú eres mi esposa.

Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, mi corazón latió con fuerza como si en algún momento se fuera a salir de mi pecho; Nada de esto podía ser real, yo no podía ser la esposa de Lecuim ¿O sí? Una pequeña esperanza nació dentro de mí, pero tanta dicha, tanto paraíso no podía ser cierto.

Lecuim tomó mi mano y frenó el auto en medio de la nada, en ese lugar solo éramos él y yo. No podía admitir que estaba feliz de que Lecuim dijera eso, porque algo dentro de mí me advertía que debía salir corriendo, que no estaba segura allí, fue muy raro para mí, pues siempre me sentí protegida al lado de Lecuim, pero ahora todo pasaba de la manera contraria: Sentía miedo, terror, un escalofrío que recorría mi columna vertebral.

- Creo que es hora de irnos - Dije tratando de sonar firme.

- Oh no mi Helery - Acarició mi mejilla - No irás a ninguna parte.

- ¿Qué quieres decir con eso? - Lo miré pero sus ojos azules ahora eran verdes - Tú no eres Lecuim.

- Correcto Helery.

Sentí una mano que tapaba mi boca y nariz con una especie de pañuelo, traté de zafarse pero no podía, la persona que estaba detrás de mí era más fuerte o yo me estaba volviendo más débil. Mis ojos empezaban a cerrarse viendo por último como el supuesto Lecuim se transformaba en Ariel, mi ex mejor amiga, después de eso todo se tornó oscuro y la vida dejó de existir a mi alrededor.

Mis amores los tres primeros chicos o chicas que digan yo serán etiquetados en mis próximos tres capítulos.

También quería decirles que si Candy Cat llega a 18k de vistas ¡Haré un maratón de capítulos!
🎉🎉🎊🎉🎉

💖 Los quiero a todos 💖

Candy Cat (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora