Helery
Había pasado un mes, un mes en el que me había recuperado de los golpes de la peor noche se mi vida, también había posado un mes en el que Lecuim había dejado de ser un gato y se había convertido en un chico normal rechazando la oferte de convertirse en un rey y gobernar la Luna. Yo también había dejado de tener poderes si es que se le pueden llamar así, pero sigo teniendo un mal presentimiento en lo más profundo de mi corazón ¿Acaso es una advertencia? Pero no sabía de qué, todo estaba marchando bien, más de lo normal.
Lecuim y yo habíamos formado una relación estable y formal, nos llevamos excelente, éramos la pareja perfecta ante los ojos de los demás y la pareja ideal delante de nuestros ojos. Es verdad que nada es perfecto, pero Lecuim lo era y si lo perfecto no existe entonces el era ilegal; Estaba completa y locamente enamorada de él, lo mejor de todo es que mi amor era correspondido de la mejor manera. Había llegado la noche en la que Lecuim me había invitado a salir, se veía algo nervioso y asustado, era la primera vez que lo veía así pero me causaba ternura, era como un niño chiquito ocultando una travesura.
- ¿Qué quieres pedir? - Cuestionó tomando mi mano - Ésta noche eres mi consentida.
- Gracias amor - Mencioné diciendole al camarero mi orden.
- Estás hermosa hoy - Besó mi mano dedicándome una bella sonrisa - Te amo con todo mi corazón.
- Yo también te amo Lecuim - Sonreí - ¿Siempre estarás conmigo?
- Por toda la eternidad.
Sus palabras llenaban de amor mi corazón, Lecuim no era el típico chico que solo pensaba en él, la maldición de esa bruja había convertido a mi gato arrogante en un hermoso gato de caramelo. Lecuim ahora un chico nuevo, me llenaba de amor, de cariño, me consentia y me tenía muy mimada, al lado de él era una completa niña.
Pronto nuestro pedido llegó, había una rica champaña en el centro con dos copas llenas de dicha sustancia, tomé una entre mis manos y la bebí hasta el fondo pero cuando tragué me atragante con algo que éste contenía. Lecuim rápidamente se levantó para golpear levemente mi espalda y expulsar lo que me había tragado. Sentí mis mejillas arder y mis manos sudar al ver lo que había escupido.
- ¿Es lo que creo que es? - Pregunté con mi voz temblorosa.
- Sabes que vengo de una época diferente - Mencionó arrodillándose - Helery Gays ¿Te quieres casar conmigo?
Las lágrimas no demoraron en llegar y salir - Claro que acepto Lecuim - Él sonrió y puso el anillo en mi dedo.
- Me haces la persona más feliz del mundo - Musitó con sus ojos cristalizados.
Dicho esto nos besamos como nunca lo habíamos hecho, sus labios encajaban perfectamente con los míos, es como si fuéramos sido hechos para estar el uno con el otro. La noche aún no terminaba, después de cenar fuimos a una pequeña feria donde Lecuim ganó un oso de peluche diciendo que era para su pequeña consentida, cada vez me enamoraba más, era muy especial conmigo, algo que nunca hizo Hazza y por último fuimos al parque donde vimos las estrellas entre besos y caricias.
ESTÁS LEYENDO
Candy Cat (En Edición)
FantasyÉl ha vivido rodeado entre los humanos sin darse cuenta que su destino estaba pactado más allá de este hermoso cielo azul. Un camino rodeado de envidia y fuerzas némesis lo rodearán por una línea de poder. Lecuim encontrará en aquel punto una bruja...