-¿Recuerdas cómo nos conocimos?
-Como olvidarlo, estaba echa mierda
-Para mi te veías como un ángel caído... tu voz fue la que me llevó a encontrarte
-Mi voz?
-Si, Tu hermosa voz
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-Sabes haz cambiado mu...
Narra Heira El tiempo se pasó volando con esta clase, Todoroki-san y yo ganamos la competencia de casas de jengibre, Yaomomo con Sato-san la de galletas y Bakugō-san con Deku-san la de pan de pascua aunque al parecer Bakugō-san hizo todo.
Después se pusieron a jugar a encontrar unas muñequitas con forma de santa que creo Yaomomo con su kosei.
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Esta vez jugué con Eri y use mi visión de halcón para localizarlo con mayor facilidad y sin que los demás supieran pues no deberia mostrar todos mis koseis hasta después de la prueba de ingreso según dijo Aizawa-san.
—Allí hay una -le dije a mi hermana apuntando debajo de la mesa
—Gracias nee-san!!
—En el árbol hay dos, tu ve por la de abajo yo por la de arriba.
—Si!!
Las dos fuimos al árbol, Eri se encargó de buscar abajo mientras yo intentaba alcanzar la matrioska de arriba pero esta estaba demasiado arriba para mi.
¿Quien fue el gigante que se quería burlar de la gente como yo? no es justo para los que no somos altos.
¡¡Piensen en Eri!!
—Necesitas ayuda?
—Eh? -me gire para ver a un pelirrojo- Kirishima-san verdad?
—Así es! me alegra que recuerdes mi nombre!! -el se estiro y alcanzó la matrioska- ten no es de hombres colocar la matrioska tan alto para que las chicas no la alcancen.
—Tenla tú, tú la recogiste.
—0Pero tu la encontraste.
—In-insisto Kirishima-san.
—No es de hombres quedarse con el crédito.
—Tra-tranquilo, tómalo como una muestra de gratitud por ayudarme.... a-además con Eri tenemos varias.
—Es verdad Kirishima-san!! -Eri apareció por debajo del árbol y se colocó a mi lado- Nee-san es muy buena encontrando cosas.
—De acuerdo, después de todo es de hombres aceptar las muestras de agradecimiento. Adios chicas!
—Nee-san hay que apurarnos queda poco tiempo.
—Tranquila tenemos varias.
—Pero quiero ganar -dijo haciendo uno de sus irresistible pucheros.
—De acuerdo, a ver... -mire todo el salon- .... en la entrada, donde están los zapatos y debajo del sillón de la izquierda.
—Yo voy a la entrada!
—De acuerdo.
Recogí la matrioska del suelo y me senté en el sillón, Eri llegó corriendo a mi lado con la que encontró. Nos quedamos observando a Aizawa-san quien dormía en el sillon con un saco amarillo.
