Tu voz (Izuku y Tu)

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Narrador omnisciente
Los profesores de la UA se encontraban todos reunidos en la sala de conferencias.

—La chica puede estar en cualquier clase, su nivel cognitivo es elevado.

—Tiene potencial para ser una heroína profesional.

—También para realizar negocios ¿vieron su prueba de matemáticas? Saco el 100%!!! 

—Saco 100% en todas las pruebas de materias. 

—¿Es una niña prodigio?

—Si bien puede estar en cualquier clase Hei-chan solo reprobó una prueba.

—¿De verdad?!?

—No puedo creerlo!!!

—¿Cuál fue?!?

—La psicológica. Sabe cómo tratar a los demás pero no sabe mucho sobre cosas como el amor, la felicidad u otras emociones que no sean miedo, rabia, preocupación.

—De lo poco que llevo conviviendo con ella me sorprendió lo poco que sabe del mundo, no sabía lo que era una pizza, ni un celular, ni un mall. Como lo dije la otra vez en reunión Heira estuvo aislada del mundo unos 11 años.

—Pobrecita.

—Personalmente me gustaría que ella asistiera al departamento de héroes.

—A mi también me gustaría que estuviera en la de héroes, Hei-chan sería una grandiosa heroína y con lo poco y nada que nos contó ella haría lo que fuera por proteger a Eri-chan.

—Si, el como la puso a ella antes que a sí misma, recibiendo el impacto de una piedra.

—No veo porqué no debería estar en dicha clase.

—Aizawa, Kan no les molestaria?

—No -respondieron a la vez.

—Alguna objeción -nadie negó ante la propuesta.

—Me gustaría que asista a mi clase, soy su tutor dentro de la UA y quiero tenerla vigilada.

—Me parece una gran decisión Aizawa-kun.

—It's a good idea!!! 

—Está decidido que la pequeña Heira irá a la clase de Shōta-kun.

—Empezará volviendo de Año nuevo.

—Bien.

—¡Tengan un feliz Año Nuevo!

Narra Heira.
Desperté en el cuarto de Aizawa-san, trate de moverme pero no pude, a mi lado acostada casi sobre mi estaba Eri mientras al otro lado estaba Deku sosteniendo mi mano.

—Deku-san?..... despierta por favor -trate de despertarlo- Deku san? Deku....

—Eh? -levantó su cabeza desorientado- Hei-chan??

—Hola.

—Despertaste! ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo?

—No me duele nada, estoy algo cansada pero me siento bien aunque tengo un poco de hambre.

—Bajémos a almorzar?

—De acuerdo, pero dejemos descansar a Eri. -el asintió.

—Estábamos preocupados por ti -me dijo mientras bajábamos por las escaleras.

—Si? ¿Por qué?

—Te llego el impacto de una roca en la espalda y una explosion.

—Oh, no te preocupes por eso, me entrenaron para soportar el dolor. Además endurecí mi espalda con escamas de Pangolín  -levante la parte de atrás de mi polera, mostrando el caparazón- por lo que se sintió como un golpecito ¿vez?