Todo por Amor.

35 6 4
                                    

___________Día 109________

Aquel día y medio en las bellas playas de yucatan, fueron confortables, me dispuse de disfrutar a su lado en una hamaca toda la tarde antes de partir de nuevo al aeropuerto e ir a la siguiente aventura.

Me sentía agotada, aquellos medicamentos prescritos estaban empezando a debilitarme, pero la suave brisa que acariciaba mi rostro y los bellos sonidos del mar y las gaviotas eran perfectos que terminé olvidando mi malestar.

Salimos en la madrugada, hacia aquel aeropuerto para tomar el vuelo, con la finalidad de que Patrick pudiera hacer su sesión de diálisis nocturna.

Al llegar a las tierras de León Guanajuato, nos dirigimos hacia la capital, para poder disfrutar algunas horas de aquella romántica ciudad, hospedandonos por unas horas en una suite del Castillo de Santa Cecilia, donde teñimos más de una ocasión nuestra pasión en ellas.

Pará después visitar el museo de las momias de Guanajuato, siendo para mí algo asombroso, el poder ver el proceso de envalsamado fortuito y escaso, por supuesto para Patrick no fue agradable, el estar rodeado de fotografías de difuntos y cadáveres.

Terminando en las rústicas y románticas calles en compañía de grupos de música llamadas estudiantinas que deambulaban por los estrechos callejones, cantando con apoyo de instrumentos de cuerda y viento, disfrutando de algunos pequeños sorbos de tequila en cada estación.

Así llegamos al aclamado callejon del beso, donde nos contaron la trágica historia de amor de Carmen hija de un acaudalado hombre, dueño de una mina de plata de la zona y, Luis, el eterno enamorado, un humilde minero que trabajaba en aquellas minas.

Decidimos escuchar aquella historia, protegiendome en los brazos de Patrick, mientras aquella historia iniciaba en boca del vocalista de aquella estudiantina.

—Cuenta la leyenda, que Luis el humilde minero conoció a la hermosa doncella Carmen, por primera vez a las afueras de la mina de Valenciana, donde Carmen acompañaba a su padre antes de ir a misa con su nana Brigida.

Al terminal su jornada laboral, Luis acuida a misa y en secreto cortejaba a la doncella Carmen, cuando ocurrió lo Inesperado; aquella joven doncella se desplomó Inesperadamente, mientras la misa transcurría, Luis se encontraba a unas cuantas bancas cerca de ella, al ver lo ocurrido corrió al auxiliar a su amada, tomando de un estante entre sus manos agua bendita, deslizando suavemente pequeñas gotas de aquella cristalina agua en su frente, después de unos minutos Carmen abrió sus ojos, vio a Luis derramando algunas lágrimas, sonriendo al poder ver de nuevo aquellos ojos verdes.

—Por siempre—espetó—Carmen, tocando las mejillas de aquel minero, quitando aquellas lágrimas de su rostro.

—Por siempre—respondio —Luis, regresando el color al cuerpo, al ver con vida a su amada.

Dicha escena de amor, se convirtió en rumor llegando a los oídos de su padre, encerrandola a partir de aquel día en casa, amenazandola de casarla en España con un amigo de la familia de avanzada edad, rico noble, con el fin de acrecentar su fortuna, evitando la ruina de la familia.

La bella y sumisa doncella, triste, vivió su encierro al lado de su muy querida dama de compañía, Doña Brígida, ambas lloraban en las noches su pena, terminando aquella súplica de pena en el balcón de su recámara.

El joven enamorado arrebatado por amor, con sus ahorros compró la casa vecina que daba aquel balcón, a un anciano que enternecido por la historia contada, cedió las escrituras, con la condición de pasar sus últimos días aún en su hogar, hasta que la muerte viniera por el.

125 Días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora