Narra Claín:
Dicen que el tiempo lo cura todo, que todo pasa. El tiempo sanara las heridas, es lo que había dicho mi psicóloga la última vez que la vi. Pero ¿Cuánto más tardaría en dejar de doler? ¿Cuándo desaparecería la tensión que se forma en mi vientre cada que escucho a esa voz a través del teléfono llamarme "pequeña Aryen sangrienta"? Esa frase la escuche por primera vez meses después de la muerte de mi abuelo, cuando unos matones me intentaron raptar. Tres de mis hombres murieron en ese encuentro y una parte de mí con ellos, desde entonces cada que algo malo pasaba, esa voz llamaba. Una voz distorsionada en cualquier parte del mundo o quizás al otro lado de la calle.
-Parece que te comieron la lengua- habla al otro lado del teléfono.
-Parece que sigues siendo mi fan número uno. - respondo sarcástica.
-Mocosa insolente parece que aún no aprendes la lección. Deberías cuidar mejor de tu familia, dejarlos a todos juntos tan al descubierto es un poco descuidado de tu parte.
-No hago caso a amenazas de alguien que tiene que esconderse detrás de una línea para poder hablarme. - corto la llamada.
-Claín deberías tomar tus- mi mejor amigo se queda a media palabra mientras analiza mi rostro en busca de alguna señal de alarma. Siempre es así, es una rutina después de que esa voz llame. Podríamos decir que estamos acostumbrados.
-No, estoy bien. Tranquilo. Llegando comeré algo y todo estará bien. - le digo sonriéndole mientras acaricio su cabello. Él toma mi mano y la besa, para luego atraerme hacia su pecho.
-Quiero unas papas fritas de comida.
-Quiero un chocolate caliente, rubia. - lo despeino.
...
Llegar a casa sola es normal, la casa vacía y pacífica, pero esta vez no es así, hay hombres sentados en la sala. Entre ellos mi padre, Claudio Aryen. Todos me saludan al llegar y mi padre hace un ademan con la mano, dando por terminada la reunión o lo que sea que hayan estado haciendo. Cada hombre se retira y entonces quedamos los dos, mi progenitor parece sorprendido, raro.
-Es raro que estés en casa cuando no hay algún evento que te pida venir, papá. Pero no diré que me sorprende verte aquí. – Digo tomando asiento frente a él.
-Buen día para ti también. Acaso en esa escuela, ¿No les enseñan a modales? - toma la taza de café frente a él y da un trago lento. Hay que reconocerlo, es elegante e intimidante a simple vista, siempre luce impecable y con un semblante inexpresivo. Muchas veces he escuchado que dicen que somos dos gotas de agua, soy idéntica a él físicamente, en eso pueden tener razón. Tengo su mismo tono de cabello, su color de ojos, su color de piel, inclusive su postura, somos tan similares y tan opuestos a la vez. Su voz me saca de mis pensamientos. – Creí que seguías perdiendo el tiempo junto tus hermanos, a veces me pregunto en que falle criándolos.
-Es irónico papá porque no tengo recuerdos tuyos criándonos. - sonrió falsamente.
-Tu falta de respeto hacia los adultos es lo que siempre nos termina metiendo en problemas. ¿Cuándo cambiaras?
- ¿Cuándo actuaras como un padre?
-No tengo tiempo para esto. - sentencia mientras se pone de pie.
-No fingiré que vine aquí por ti, papá. - digo lentamente la última palabra. - Pero ¿Por qué? Quiero saber, ¿Por qué demonios pretendes llevarte a Matías?
-Esa pregunta es hasta absurda, te creí más inteligente. Después de todo eres la genio de la familia, ¿Cierto? – su mirada intentaba amedrentarme, pero que sea mi padre no le daba ningún poder sobre mí, ya no. – Mateo está solo, no sabe cuidarse por completo a el mismo y realmente crees que podrá cuidar a un niño, ¿Qué podrá educarlo bien? – dice con ironía. - Los Beltrán se lo quitaran y en el camino destruirán a tu hermano, lo mejor es que me lleve al pequeño. Estará mejor conmigo y con tu madre, se lógica y no hagas nada estúpido.

ESTÁS LEYENDO
Claín, fuego congelado
Teen FictionEnamorarse debería ser fácil, después de todo, el "amor" es el sentimiento más sublime que existe en el universo. Pero, siempre hay un pero, el enamoramiento es un fastidio algo tan complicado. Ella una chica poco común con una vida menos común. Él...