Capítulo 21

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-Llegamos.- dice sonriéndome.- Bienvenida a "El Palacio".

Sentí un frio recorrer por mi espalda, frente a mí se encontraba una imponente mansión llamada "El palacio" o también podríamos decirle la propiedad favorita de Stephano, sí, esta mansión pertenece a la familia de mi mejor amigo

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Sentí un frio recorrer por mi espalda, frente a mí se encontraba una imponente mansión llamada "El palacio" o también podríamos decirle la propiedad favorita de Stephano, sí, esta mansión pertenece a la familia de mi mejor amigo. La conozco como la palma de mi mano, crecí junto con Steph corriendo entre estos grandes jardines de rosas, metiéndonos en la gigantesca fuente de agua y bailando entre los extensos pasillos de esa gigantesca casa. La casa parecía un palacio ya que era en honor al apellido de la familia de mi mejor amigo. Esta era una de las tantas propiedades de Los Palacios, esta sin duda era una de las más representativas de aquella familia. La propiedad contaba con una sala de baile en el interior y otra al exterior de la casa, un gran comedor y elegantes decoraciones por donde mires. Es por eso que una duda se instalaba en mí. ¿Santiago contaba con los suficientes contactos como para que le prestaran esta casa? O ¿Tenía suficiente dinero para alquilar la propiedad? En esta casa se organizan grandes eventos, ya sea prestándola o alquilándola. Por ejemplo este sábado la fiesta de mis hermanos se realizaría aquí, dado que mi hermoso Bff, la había ofrecido.

-¿Qué te parece?- dice sacándome de mis pensamientos.- ¿Hermosa verdad?

-Un verdadero palacio.- sonrió.

-Para una verdadera princesa.- dice guiñándome un ojo.

Ofrece su brazo y así empezamos a ingresar a la mansión del brazo, él se ve tan risueño y joven, que me partiría el alma decirle que todo lo que me cuenta sobre la casa ya lo sé. Así que atentamente escucho todo lo que me cuenta mientras observo cada uno de sus gestos y facciones, atesorándolos en mi mente, esta sería la última noche que podría observarlo. Trataba de alejar ese pensamiento, nada arruinaría esta noche.

Llegamos a la parte trasera de la casa y ahí en medio del jardín se encontraba una mesa para dos con velas en el centro y una delicada pero muy bonita decoración alrededor de la mesa.

Mi sorpresa fue mayor cuando vi que la persona que nos atendería seria alguien del personal de la casa, debía solucionar esto rápido o seria descubierta.

-Santiago.- dije llamando su atención. Gira su rostro, encontrándome con sus hermosos ojos fijamente.- Iré al tocador, le pediré a la joven que me guie. Vuelvo en un momento.

Él asiente sonriente. Y llama a la joven, quien me mira sorprendida. Amablemente pero sobre todo asombrada, acepta mi petición para que me guie al tocador. Cuando ya nos encontrábamos a una distancia prudencial donde Santiago no lograra escuchar, ella rompió el silencio.

-Señorita Aryen, no sabría que vendría sin el joven Stephano.- noto como recalca la última palabra.- Y también porque quiere que la guie, si, usted conoce perfectamente esta casa.

-Yo tampoco sabía que vendría aquí.- la miro fijamente y usando un tono un poco duro. Si mantenía el control todo saldría bien.- Él, no sabe que yo conozco esta casa, así que preferiría que eso se mantuviera así y me trataras como si acabaras de conocerme. También necesito que me guíes al cuarto de seguridad, por favor.

Claín, fuego congeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora