Capítulo 25

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Narra Claín:

-Recuerdame porque accedí a esto.- digo, admirando el lugar.- ¿Steph?

-Porque me debes un enorme favor y la escuela necesita recoger fondos.- sonríe como el gato de Chesire- Y tú necesitas pasar tiempo con tus hermanos. Así que dime si no soy un genio. Fiesta y fondos, dos en uno.

-Me pregunto porque no te deje morir de pequeño.- sonreí de mala gana.- ¿Una coreografía? Ese es el trato.- suelto, mientras observo a la mascota de la escuela realizar piruetas en modo de calentamiento.- ¿Como lograste que Adrik venga a Vichayito? Le teme a las playas, dice que hay muchas cosas peligrosas en el mar.- sonrío al recordar cuando Adrik me comento que su fobia eran las playas, tenia demasiado pavor. Pero por lo que veía lo había superado, sus piruetas salían geniales inclusive tenia algunas nuevas. 

-Ese no es Adrik.- exhala. Observo atónita a mi mejor amigo.- Losé, losé.- Me corta antes de que hable o peor aun, que lo golpee.-  Adrik siempre ha sido la mascota, pero esta coreografía es una de las principales de la escuela y es con la mascota. Pero te puedo asegurar que a quien ha conseguido la directora, es alguien muy pero muy bueno. A quien queríamos desde un inicio pero siempre se negó. Y realmente no sé como le hizo la directora para convencerlo porque a mi me causa miedito.- dijo fingiendo escalofríos.

-Todos le temen, es normal, es Blake.- interrumpe Verónica. Por estar concentrada observando las impecables volteretas del muchacho ni siquiera había notado el momento en el que había llegado la pelirroja.-Se rumorea que una vez por defender a uno de sus pocos amigos mando a alguien al hospital por más de un mes.

-Los rumores no siempre son ciertos, o yo tendría cuernos y alas como dicen algunos.- me encogí de hombros.- Como sea, debería irme a terminar de alistarme.

Me alejo de mis amigos mientras ellos se dirigen a sus lugares en el comité de recaudación. Visualizo a los lejos a un grupo de personas vestidas de blanco y entonces pasa. Sus ojos se encuentran con los míos y me pierdo ahí, si justo ahí , en aquellos ojos color caramelo. Me llevan a un mundo de sensaciones y recuerdos, su boca sobre la mía, sus manos sobre mi cintura, siento electricidad de alto voltaje recorriendome desde los pies hasta la cabeza . Él ladea su cabeza mientras me sonríe como si supiera lo que me ocurre, lo que me causa. Quisiera decir que aquello me desagrada, pero no, por alguna extraña razón ese pequeño contacto visual es extraordinario. ¿Qué diablos me pasa? 

Y con esas nuevas sensaciones recorriendo mi cuerpo desaparezco del espacio abierto para sumergirme en la habitación ambientada en un especie de salón de maquillaje. Mi cabello es un desastre, empiezo a cepillarlo mientras me observo en el espejo frente a mí, llevo un pequeño traje blanco que consiste en un top blanco y una falda de tul con un short por debajo del mismo tono.  El sonido de la puerta siendo cerrada con seguro llama mi atención. Giro mi rostro y me encuentro con el león, se quita la cabeza del traje pero al verme se la coloca otra vez rápidamente.

- Lo siento, pensé que estaba vació.

-Esta bien.- sonrió a través del espejo.- No se lo diré a nadie, Blake.- veo su cuerpo tensarse al escuchar su nombre. Entonces lo confirmo, muy pocas personas sabían la verdadera identidad del león.-Tu secreto esta a salvo.- le digo animándolo a quitarse la cabeza del traje mientras yo termino de asegurar una especie de corona de flores en mi cabeza.

-Gracias.- retira la cabeza del traje. Lo observo a través del espejo y su aspecto me hace entender por que la gente le teme,es alto, su rostro es de rasgos fuertes y definidos junto a esa mirada severa, podría ser el porque le temen todos. O bueno casi todos, porque no lo sabia pero él a mí no me resultaba intimidante, me resultaba diferente y lo diferente siempre es refrescante en un mundo de personas comunes. 

Claín, fuego congeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora