Capitulo 18

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Las lagrimas no paraban de caer al igual que el dolor en su pecho se hacia mas fuerte, sintió los pasos de Otabek cerca y dejo que de manera suave y cariñosa lo abrazara hacia su pecho.Ambos estuvieron así por un rato hasta que sus lagrimas se detuvieron. El rubio poco a poco se alejo del pelinegro y este le hablo.

-¿Te sientes mejor ahora?- dijo mientras se paraba del piso y luego estiro su brazo, ofreciendo su mano al mas bajo, esté la acepto con gusto y se levanto.

-Si, gracias por dejar que me quede en tu departamento, yo solo trataba de encontrar el lugar mas lejano de Yuuri.

-No te preocupes, sabes que puedes quedarte el tiempo que quieras - dijo mientras se dirigía a la cocina-¿Que quieres para comer?,o tal vez pedimos pizza ¿Qué dices?, mientras vemos alguna película para pasar el rato.

El rubio se acerco también a la cocina y vio lo que habia,lo pensó un momento y hablo.

-Creo que una pizza estaría mejor

Otabek pidió la piza mientras que el ojiverde fue a acomodar sus cosas a la habitación para cambiarse a una polera mas cómoda, luego de unos treinta minutos de esperar ambos se sentaron frente a la televisión con la pizza y dos vasos con refresco.

Ninguno de los dos se dio cuenta de lo juntos que estaban hasta que un fuerte ruido de la televisión los asusto, y el pelinegro hablo.

-Lo siento-dijo en una voz un poco baja y sus mejillas ardían un poco por la vergüenza.

-No me molesta que estés cerca de mi, además hace mucho frio para estar tan separados ¿no crees?-dijo el rubio mientras acercaba su cabeza al hombro de su amigo-¿No hay problema con eso verdad?- el mas bajo miro al pelinegro y esto solo movió su cabeza con vergüenza y los dos siguieron viendo la película hasta que se quedaron dormidos en el sillón.

El primero en despertar al día siguiente fue Otabek ya que este debía ir a un trabajo de medio tiempo que había conseguido hace unas semanas y para así poder pagar el lugar en el cual esta viviendo, a pasos lentos y silenciosos fue a buscar una frezada a su habitación para poder tapar al rubio. Al verlo dormir tan plácidamente unas inmensas ganas de besarlo lleno su mente pero decidió solo acariciar su cabeza y dejar una nota sobre la mesa, para después de unos segundos irse hacia su trabajo.

[...]


El celular no dejaba de sonar y cuando el peliplateado creyó que que pararía siguió sonando, de igual manera tuvo que abrir sus ojos y responder.

-Hola,¿quien es?-hablo con su voz un poco ronca y bastante adormilada.

-Sabes que tienes una sesión de fotos en dos horas, verdad?

Y su mente reaccionó ante las palabras dichas por Sara, rápidamente se levantó de la cama sin importar de quién estuviera a su lado y sintió algo seco en su abdomen, luego recordó lo que había pasado hace unas horas con Yuuri pero se distrajo cuando nuevamente Sara habló.

-Viktor, estoy bromeando, sabia que estarías con resaca con todo lo que tomaste ayer según Chris, así que cancelé todo lo de hoy.

Toda la adrenalina que se había acumulado en el se fue con tan solo escuchar eso y volvió a la cama.

-¡Casi me da un infarto!, pero gracias por cancelar todo, enserio gracias.

El pelinegro que estaba justo al lado se despertó por el sonido de la voz de Viktor, y su mente hizo un Click cuando ni siquiera sabia en donde demonios se encontraba, solo recordó lo que tan solo hace unas horas lo que había hecho con Viktor y su cara ardió como nunca antes lo había hecho, trató de hacer el menor ruido posible para poder buscar su ropa pero de igual manera el peliplateado se volteo y de inmediato corto la llamada.

-Buenas...-se detuvo a ver la hora y el reloj marcaba las dos de la tarde- Buenas tardes Yuuri,¿te puedo llamar así? ya  que ahora no estamos como doctor y paciente.

El azabache no sabia que decir así que solo asintió ante las palabras dichas por el otro y finalmente hablo.

-Creo que cuando despertamos hace un rato aun seguíamos un poco ebrios, será mejor hacer que nada de esto paso por que soy tu doctor y tal vez sea incomodo,...¿donde esta al baño?-cuando pregunto eso el ojiazul no dijo nada y solo apunto a un lugar, pero el azabache al darle una mirada mientras recogía su ropa vio como Viktor quedaba un poco triste pero el no dijo nada mas y se fue lo mas rápido que pudo hacia el baño.

El peliplateado solo recogió la ropa y luego se volvió a sentar en la cama, con unas ganas de llorar, creyó que Yuuri tal vez sentiría lo mismo por el pero lo que paso fue algo de una vez. Se limpio el abdomen de manera rápida con unos pañuelos que estaban sobre su velador y estaba a punto de llorar cuando sintió las pisadas de Mackachin que venia a tirarse sobre el y lamer toda su cara, como si este supiera lo triste que estaba con tan solo verlo. Aquello le saco una pequeña sonrisa y con su mano derecha acaricio al caniche.

Yuuri quien se encontraba en el baño llamo un taxi para irse rápido de la casa del ojiazul y evitar los momentos incomodos, se limpio y vistió para luego salir de la habitación con mucho silencio, y cuando estaba lo suficientemente lejos de Viktor corrió hacia al taxi sin siquiera en pensar como se sentiría el otro.



Babysitter de un NikiforovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora