♤ XXIV ♤

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- No fue nada, solo dos hombres me quisieron atacar, y... los terminé matando- les explico.

- ¿Por eso estás empapada?- pregunta Neji, él me observa, tengo la ropa toda pegada al cuerpo.

- Ay por Dios- Gai entra en pánico- ¿estás bien? ¿Donde están esos hombres? ¿Te hicieron algo?- parece un padre preocupado. Suelto una risita y trato de calmarlo.

- Me voy a cambiar, tengo frío- entro a la carpa que voy a compartir con Neji y me comienzo a cambiar. Es incómodo cambiarse en un lugar tan chiquito pero por fin ya estoy sequita.

Luego de cambiarme dejo mis ropas cerca del fuego, con el calor que irradia este deberían secarse rápidamente.
Al rededor de la fogata Gai nos ordena comer algo, no será lo más rico del mundo, pero al menos es algo que llena la panza.
Con el estómago repleto, Gai nos manda a dormir, mañana saldríamos a primera hora del día.
La noche fría y el piso helado me quitan en sueño, me estoy congelando y tener el pelo mojado por culpa de ese chapuzón no es muy conveniente.

- Neji- lo llamo.

- ¿Mmm?

- Tengo frío- le digo, él abre los ojos y me mira, la carpa es chiquita, así que estamos uno al otro.

- ¿Mucho?- pregunta.

- Si, la caída al río me congeló- él se mueve para un costado y deja un poco de espacio en su bolsa de dormir.

- Emm- no sabe como decirlo- ¿Querés  venir? Capaz así tenés menos frío- está rojito y ni me mira a los ojos.

Salgo de mi bolsa de dormir, la abro y la coloco sobre la de él, luego me meto en la bolsa de dormir de Neji.

- Gracias- le digo antes de quedarme dormida.

Unos brazos al féretro de mi cintura me despiertan en medio de la noche, Neji me está abrazando por la espalda. Sorprendida por su acción me doy vuelta decidida a abrázame a él, me acurruco en su pecho, paso una pierna por encima las suyas para luego cerrar los ojos.
El calor que emana es agradable, sus suaves latidos me adormecen y sus fuertes brazos me protejenm
Neji, dormido, me atrae más hacia él y se acurruca en mi, parece que no soy la única que lo disfruta.

Desafortunadamente el golpeteo de dos sartenes me despiertan, Gai sensei grita que nos despertemos ¿de donde sacó sartenes?
No tengo ganas de levantarme, estoy calentita y cómoda. Me pego más a Neji y me acurruco.

- _____ - Neji me llama con una voz ronca ¿quiere provocarme un infarto? ¿Cómo me va a hacer esto?- tenemos que levantarlos- habla con los ojos aún cerrados.

- Mmm- me quejo y hundo mi cabeza en su pecho.

Él me agarra del mentón y me hace mirarlo a los ojos, estamos a 2 centímetros de distancia.

- Tenemos que levantarnos- me dice con cansancio y con esa voz ronca que me vuelve loca.

- Bueno- me estiro.

Sin ganas me levanto y ordeno mis cosas para levantar el campamento e irnos después de desayunar. Esta vez me obligaron y terminé vomitando a la mitad del camino, ahora ya sabemos el porqué tengo mejor rendimiento sin desayunar.

Corremos a un ritmo apresurado para poder llegar dentro de tres días. A Gai le gusta sobre explotarnos.
Los días restantes fueron agotadores ¡¿Cómo es posible que en solo unos pocos días trataran de secuestrame más de 5 veces?! Por desgracia todos los que me atacaron quedaron en estado crítico, nunca se metan con una Ushuban si no temen por su vida.

Durante las noches restante seguí compartiendo carpa con Neji, pero desafortunadamente no el mismo saco, de todas formas fue agradable tener su compañía durante las noches.

Y hoy, por fin, luego de correr miles de kilómetros, llegamos a la Aldea de la Arena. En la entrada nos reciben los hijos del antiguo Kazekage.
Muy amablemente nos guían hasta el Kazekage sustituto, donde dejamos el pergamino encargado por Lady Tsunade.
Los tres chicos nos invitan a retirarnos para enseñarnos donde pasaríamos la noche y de paso mostrarnos algo de la Aldea.

- Es linda esta Aldea- comento en el camino- uhhh- exclamo al ver una tienda de dangos- ¿puedo ir a comprar?- les pregunto a ellos con los ojos iluminados.

- Si, por supuesto- me responde Kankuro con amabilidad.

- ¿Alguno quiere uno?- pregunto antes de ir.

Todos dicen que no, salvo Tenten, que me pide que le compre uno, y Gaara, él ni habla.

Voy y compro varios, la verdad es que tengo bastante hambre.
A Tenten le doy los que me pido y luego agarro uno y me dirijo a Gaara.

- ¿Querés?- le pregunto con una sonrisa mientras se lo extiendo.
A él se le iluminan un poco los ojos y agarra el palito con las bolitas de colores.

- Gracias- dice y mira los dangos.

- No, por favor- le respondo con una sonrisa y sigo caminando.

Durante el camino disfruto de aquella comida tan rara, son ricos pero aún así no entiedo porque Itachi le tiene tanta fascinación.
Los tres nos muestran el hotel donde nos alojaremos esta noche, nos ayudan con la reserva, que ya estaba paga, y hasta nos acompañan a muestras habitaciones. Son muy educados y amables.
Dentro del cuarto de hotel se encuentran cuatro camas individuales, tiene un gran baño y hasta una heladerita repleta de cosas.

- Pido bañarme primera- reclamo apenas llegamos, dejo mis cosas sobre una cama y agarro algo de ropa para después de bañarme.

Una ducha caliente era lo que necesitaba, no tardo mucho ya que no tengo ganas de estar tanto tiempo bajo el agua, tengo ganas de dormir.
Luego de cambiarme salgo del baño con una toalla en la cabeza.

- Ya puede ir el que quiera- aviso.

Me acerco a la cama y agarro un peine. Después de cepillar mi pelo me acuesto en la cama para esperar a mis compañeros. Luego de que se bañaran comeríamos la cena que ordenó el Kazekage.

Siempre Fuiste Vos (Neji y tú/vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora