Hermanos, ella es...

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Era una hermosa mañana, el sol resplandecía como nunca, la brisa fresca de un amanecer, el cielo tan celeste sin duda una mañana perfecta, los centroamericanos hubieran podido disfrutar del maravilloso amanecer pero despertaron cuando el sol apuntaba al mediodía, a quien se le ocurrió la fantástica idea de invitar al mexicano, vaya que dejaron la casa hecha un desastre, parecía como si un huracán les hubiera visitado, un amable chapín despertó primero.

Guatemala se encontraba tumbado sobre el sofá de la sala, sobre él sus hermanos y una horrible resaca "ya no vuelvo a tomar así" pensó, se levantó con cuidado de no despertar a sus hermanos, escuchó unos ruidos en la cocina y se dirigió a la misma, en el camino corto que tomó observó a México bien dormido en una alfombra y estaba cubriéndose solo su chumpa.

Guatemala: ¿uh?- Se asomó en la entra de la cocina- Ah eres tú.

Buenas tardes a ti también Guatemala- Dijo un bocado de lo que estuviera comiendo.

Guatemala: ¿Buenas tardes?- Confundido buscó con la mirada en toda la cocina y su mirada quedó fija en el pequeño reloj del microondas,  ajustó su mirada un poco más- ¡Doce y cuarto!

Si, desperté temprano, preparé el desayuno- Señalando una repisa del lado derecho- Me fui, regresé creyendo que tendría que preparar el almuerzo, pero no el desayuno sigue intacto.

Guatemala: Entonces tendré que preparar yo el almuerzo- Sonriendo.

Honduras despertó unos minutos después, al no ver a Guatemala se asustó quizá todo fue un sueño y Guatemala no ha vuelto y jamás lo haría, pero escuchó voces provenientes de la cocina.

Honduras: Entonce no fue un sueño- Se recostó en el marco de la puerta.

Guatemala: No, pero la resaca que tengo ahora es de pesadilla jajaja- Estaba feliz y los tres presentes empezaron a reír, aunque a dos les dolía hacerlo.

Nicaragua: Buenos días- Entro bostezando y buscando un buen café.

Guatemala: Buenas tardes dirás- apuntando al reloj del microondas.

Nicaragua, Honduras: ¡¿Buenas tardes?!- Se sobresaltaron.

Honduras: A que hora nos dormimos, ¿cuántas horas dormimos?- Rascando su cabeza- Por que tomamos tanto.

Belice llego justo en ese momento: Haaaah México tiene la culpa él si sabe como poner en ambiente bien happy a cualquiera así que no se culpen hermanos míos.

Guatemala: A quien se le ocurrió llamarlo- Con su tono de hermano mayor- Saben cómo se pone, se suponía que era una reunión simple y solamente  de hermanos.

México: La traición Guate, la decepción- entrando ridículamente con una pose dramática y junto a él estaba el Salvador.

Salvador: Guate no hables, si tú la invitaste a ella- Señalando a la mujer sentada a la par de Guatemala- Sin ofender- Sonrío de forma amable.

No hay problema- se levantó y dispuso de calentar el desayuno-almuerzo.

México: Oye- Se abrió paso entre los centroamericanos tomando asiento junto a Guatemala- ¿Cómo dijiste que te llamas?

Ella rió un poco y contesto bajo la mirada atenta de todos, lo olvidaron: Me llamo Francisca.

Ah- Dijeron todos.

Belice: Y a todo esto ¿quién eres?

Nicaragua: Si no estoy mal eres...- La resaca no les dejaba pensar.

Guatemala: Lo dije ayer- Se levanto para ayudar a Francisca- Es la presidente de mi nación.

Salvador: Pero ONU ya no permite que convivamos con los humanos- Guatemala y Francisca terminaron de calentar la comida, ya estaban sirviendo unos deliciosos frijoles acompañados con un poco de queso y un chilmolito bien espeso.

¿Eres tú... Guatemala? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora