To Be So Lonely | Armanway

|2|

“And I lost my head
And thought of all the stupid things I said”

———————————

—¡Papá! ¡Papá! —Gustabo corrió por la casa alrededor de su papá Jack quién hacía el desayuno.

—Buen día cariño —Jack lo saludó con un beso en la mejilla —¿Tienes hambre?

—Sí, mucha hambre. —Se sentó en una silla con poca dificultad.

A los pocos minutos llegó Horacio junto con Armando, el pequeño Horacio saludó a su papá Jack con un abrazo y un beso y se sentó a desayunar al lado de su hermano. Armando sólo dijo un bajo 'buen día' y se sentó a beber su café.

Intentaba olvidar la pelea que había tenido el día anterior con Jack, no había terminado nada bien, no habían solucionado nada y él había preferido dormir en la habitación de invitados, claramente eso sus hijos no lo sabían, pero el ambiente se notaba tenso.

Jack le acercó un plato con panqueques que Armando agradeció y se sentó junto a su familia para desayunar, sus hijos charlaban amenamente y compartían risas; los adultos apenas compartían una que otra mirada incómoda.

—Papá ¿Hoy irás a trabajar? —Preguntó Horacio mientras comía sus cereales.

Jack sonrió —Siempre voy a trabajar, cariño.

Gustabo miró pensativo a una pared y después lo miró con una sonrisa —Deberías ir con nosotros un día al taller de papi Nando, los mecánicos son muy majos y la oficina de papi tiene muchos juguetes y hojas y colores... ¡Y una televisión donde Horacio y yo vemos películas! —Jack sabía de lo que Gustabo le hablaba, él junto con Armando habían ampliado y acondicionado la oficina de para que fuera un lugar seguro y divertido para sus hijos, eran muy apegados a ellos como para tenerlos lejos de ellos por mucho tiempo.

—La he visto, es muy bonita la oficina —Sonrió

Horacio miró a su papá Nando —¿Verdad que sí papi? Papá Jack puede ir siempre.

—Por supuesto que sí, corazón. —Sonrió levemente mientras seguía comiendo.

—Uno de estos días estaré con vosotros en la oficina de papi, ¿Qué os parece?

—¡Si, si, si! —Siguieron comiendo con una sonrisa.

—Papá ¿Por qué nunca hemos ido contigo a tu trabajo? —Preguntó Gustabo confundido.

—Cierto —Secundó Horacio —quiero ir contigo papá Jack, ¿Podemos ir contigo?

El ambiente cambió drásticamente, Armando dejó de comer y Jack miró a su hijo con un poco de sorpresa.

—Hijo, no creo... —Armando quiso intervenir pero se vió interrumpido por su esposo.

—Eso sería maravilloso... —sus hijos lo miraron con ilusión.

—¡Papi Nando! iremos al trabajo de papá Jack —Habló Horacio muy emocionado llamando la atención de su papá.

—No —las sonrisas de sus hijos se borraron poco a poco, el tono de voz de Armando sonaba frío, lo que asustó a los pequeños, rápidamente cambió el tono —quiero decir, es muy peligroso, no debería-

—Armando —Jack intentó detenerlo.

—¿Por qué no? —Reclamó Gustabo un poco molesto.

—Estaríais en peligro, no... —Armando se notaba nervioso ante la idea de sus hijos en medio de tanto peligro.