To Be So Lonely | Armanway

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"I can't believe that you are here and lying next to me
Or did I dream that we were perfectly entwined?

...

And I am not ashamed to tell it to the world
Truly, madly, deeply, I am
Foolishly, completely falling
And somehow you kicked all my walls in
So baby, say you'll always keep me
Truly, madly, crazy, deeply in love with you
In love with you"

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Cuando Greco regresó a Los Santos a buscar empleo se encontró en comisaría con el Superintendente, un hombre muy joven para ser superintendente, pero pronto comprendió que incluso ese puesto era poco para el trabajo que hacía.

Después de las duras oposiciones, que aprobó con éxito, él lo contrató. Greco se sintió feliz ya que tenía una nueva oportunidad y la iba a aprovechar al máximo, iba a demostrar su potencial.

Él admiraba mucho a su jefe ya que era un hombre que hacía un trabajo impecable, al principio era muy estricto y duro, pero a veces también era muy bromista. Él podía darte una charla de dos horas sobre alguna cagada que hayas hecho, pero al día siguiente podías pedirle un consejo o hablarle sobre algún problema y te ayudaría.

Sobre sus sentimientos, Greco siempre buscó a Armando ya que deseaba recuperar su amistad y retomar su idea de enamorarlo. A las pocas semanas de su regreso, finalmente se encontró con Armando.

Se enteró que trabajaba en el taller de mecánicos cercano a Plaza Central, el hecho de verlo sólo le hizo confirmar que seguía enamorado de él y que iba a luchar por conquistarlo.

La primera vez que Armando le preguntó por Jack, no supo que decir, no le conocía de nada, el mecánico le dijo que seguro lo conocía que trabajaba en comisaría, pero hasta ahí se quedó el tema.

Habían veces en las que Conway se notaba tan cabreado por su trabajo que atemorizaba un poco a Greco, ya sea por las denuncias absurdas o por los asaltantes que lo vacilaban, pero ese mal humor cambiaba cuando recibía algún mensaje de texto y de inmediato buscaba la manera de hacer un 10-10. Greco nunca decía nada, pero le parecía gracioso ver como su jefe cambiaba su rostro a uno más calmado e incluso amable con solo ver un mensaje de texto. Debía estar muy enamorado de esa persona.

Normalmente sus horarios siempre coincidían, a Greco le gustaba eso ya que casi siempre patrullaba con Conway, así aprendía muchas cosas sobre su trabajo y le daba algún consejo para mejorar.

...

En uno de esos días, se quedaron varados en paleto mientras patrullaban, por lo que tuvieron que llamar una grúa. Cuando la grúa llegó, Greco se sorprendió al ver a Armando bajar de ella, pero contrario a lo que esperaba, este no le dirigió una sola mirada ya que ni siquiera se percató de su presencia.

Vio como el mecánico se acercó de inmediato a Conway y hablaban con una naturalidad envidiable, entonces miró a su jefe. Tenía esa sonrisa, la misma que cuando recibía un mensaje. ¿Sería qué...?

—¿Greco? —Armando sonrió al verle, Greco le devolvió la sonrisa.

—Hey Armando ¿Qué tal?

—Todo bien, recibí la alerta de que necesitaban una grúa, y como no había mucho trabajo en el sur, decidí venir.

Conway se acercó algo sorprendido.— ¿Conoces a Rodríguez?