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“Love of my life, you've hurt me
You've broken my heart and now you leave me
Love of my life, can't you see?…”

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Jack miró a todas partes, nadie le seguía, había sido muy cuidadoso, ingresó a las oficinas del CNI rápidamente. Aparcó el auto en el garaje interno e ingresó a las oficinas.

Hace unos días había sido llamado por su jefa, no sabía el motivo, pero no podía ser nada bueno, se supone que después de sus "misiones" se mantenían fuera del mapa por un buen tiempo.

Nadamás llegar se encontró a Evans mirándolo con cara de pocos amigos. La pelirroja caminó hacia su despacho y no le quedó más que seguirla. 

El superintendente se estaba desesperando pero no intervino, conocía bien a la mujer y cuando se quedaba callada era mejor no interferir, significaba que estaba jodidamente cabreada.

Una vez dentro de su despacho su jefa se sentó y se sirvió una copa de coñac tranquilamente, abrió un cajón y sacó un puro, con un mechero lo encendió y fumo tranquilamente.

Bebió un pequeño sorbo de coñac sin dirigirle la mirada a Jack. 

—¿Qué quieres Evans? —se animó a preguntar.

—Muy buenas Jack —Fingió una sonrisa que poco a poco fue desapareciendo —¿A ti te parece normal venir a una reunión de trabajo cinco puntos días después? —Vale, en parte, podía entenderla.

—Estuve ocupado en la comisaría —se justificó restándole importancia.

—¿Encima vienes y me mientes en mi puta cara?

—No

—Claro, ve y dile eso a tu asqueroso apartamento "de soltero" —enmarcó con sus dedos —que huele a puta mierda de whisky barato. ¿Creés que no me voy a enterar de todas las mierdas que haces? —sabía que no podía engañar a Evans pero quería intentarlo —Pero es que además eres gilipollas. El superintendente no se aparece en comisaría por tres días y ¿quieres que asuntos internos no haga nada? —Lo miró casi incrédula. Jack no sé inmutó.

—Venimos a hablar sobre trabajo no sobre nuestras vidas.

—Ahí te equivocas —la pelirroja sonrió  lascivamente. Dejó el puro en un cenicero y se levantó de su silla, caminó hacia la ventana y miró hacia la cuidad —hoy no vamos a hablas de negocios, ni nada de esas mierdas aburridas —se devolvió hacia su compañero —hoy es un día muy especial y toca hablar de la familia. —Michelle lo miró sin dejar de sonreír, como si disfrutara de la mirada asesina que le devolvió el Superintendente. —¿Qué te parece Jacky?

—Me parece que en toda mi jodida vida solo te he pedido un favor a cambio de hacer cualquier mierda de trabajo para ti y era que nunca tocaras a mi familia o te metieras en sus vidas para mal. Si tu rompes esa tregua yo puedo hacer que arda toda la puta cuidad, como les hagas algo yo voy a hablar, voy a hablar y destapar el lado que no quieren dejar ver, yo digo una palabra y toda su mierda de política se va ir a tomar por culo. —La pelirroja rodó los ojos y regresó a su silla.

—Ay Jack, eres tan predecible. —Bebió otro sorbo de coñac —Pero vamos a ver, la cosa no es tan complicada, mucho menos tiene nada que ver con "el estado" o ese tipo de mierdas yo te lo deje claro. Fuiste tu el que saltó como fiera cuando te mencioné a tu familia. Pero yo lo dije, solo quiero platicar.

Jack la miró con desconfianza —Te dejé muy claro que no quería que jugaras a Sherlock con mi familia, con ellos nunca.

—Yo soy una mujer de palabra y respeto lo que hablamos. Lo más importante para mi es la familia y lo respeto, lo sabes. —Se puso seria —Tú bien que lo has dicho, podía meterme con tu familia siempre y cuando no fuera para mal. Sabes que nunca les haría daño, siempre los he protegido como los míos. Pero joder, que si vienen tus hijos diciéndome que "sus papis ya no se quieren" tengo que hacer algo ¿no?

To Be So Lonely | ArmanwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora