CAPÍTULO DOS

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El camino a casa de los Becket estuvo lleno de grandes paisajes, definitivamente Sephane se caracterizaba por ser un pueblo grandioso y tranquilo, no sabía cómo no lo había visitado antes, podría decir que los colores que atrapaban tu mirada, simplemente te hipnotizaban de lo vívidos que eran.

Mamá y yo nos igualábamos en el asombro. Aunque, el sentimiento desapareció pronto al ver la cara de Damon. Su sonrisa ladeada seguía pegada en su cara mientras me veía, como si le causara gracia, como si se estuviera burlando de mí.

- ¿Tengo cara de payaso? – Asintió para luego retirar su mirada sobre mí y ponerse los audífonos ignorando a todos a su alrededor.

Idiota.

El camino transcurrió en silencio, solo con la música de la radio y la casa "pequeña y humilde" de Aurora se terminó convirtiendo en una enorme mansión.

Me quedé boquiabierta un rato, asombrada por los tres niveles del hogar de los Becket. No era pomposa como muchas personas llegasen a imaginarlo, pero se veía lo suficientemente acogedora como para no querer irte de ahí.

Lira, ahora sí te entendía.

Era gigantesca pero ese aire tradicional y a la vez moderno podía sentirse pacífico. Su ubicación era entre árboles y flores muy bien cuidados; además, tenían a su disposición un lago con un pequeño muelle con su propio yate, el cual según nos estaba contando Aurora, usaban cada fin de semana con su esposo y a veces Damon aceptaba ir con ellos siempre y cuando Jane se uniera al paseo familiar.

Fruncí el ceño unos segundos. ¿Jane era su novia? ¿Cómo alguien podría estar con él que parecía ser un hielo de persona?

Aurora sonrió orgullosa de su hogar y todo lo que pudo construir gracias al negocio familiar, del que ella era la cabeza principal y mi madre su socia, ya que era una cadena de hoteles y supermercados internacionales. Ella administraba la mayor parte de Estados Unidos y mi mamá administraba en Grecia.

A Damon pareció darle igual lo que presumía su madre y en sus ojos vi un atisbo de molestia, lo contrario a mamá y a mí. Estábamos igual de sorprendidas por la lujosa mansión.

Pude imaginar lo que estaba pensando y es que ambos hogares eran similares, con ese atisbo de tradición, la diferencia es que la nuestra era un poco más pequeña, porque tres personas eran muy pocas para un lugar tan grande.

Noté el dolor en sus ojos así que de inmediato la abracé y le dije al oído un chiste malo, el cual la hizo reír y olvidarse de sus desgarradores pensamientos.

Aurora notó el esfuerzo de mi madre por no parecer triste, así que solo me dio una mirada que entendí a la perfección y le hice señas para que hablaran las dos a solas, porque mamá la necesitaba.

Es decir, era su mejor amiga por muchos años, tenían tantas cosas por contarse y tantas experiencias positivas y negativas que habían sucedido al transcurrir del tiempo que era imposible negarse a que estuvieran juntas.

Además, yo no era su dueña, mi madre podía hacer lo que quisiera, yo no iba a interferir en ello siempre y cuando fuera algo bueno que no terminara rompiendo su corazón.

- Lira, te enseñaré el lugar. A veces me siento sola porque Bart por lo general está trabajando y viceversa, cuando yo estoy en la oficina él descansa, así que tenerte aquí me reconforta mucho. Tenemos tanto por hablar y por hacer – Le sonrió con dulzura, mamá me miró y solo asentí en silencio - así que empecemos desde ya.

- Está bien, mamá. Yo llevaré nuestras cosas a las habitaciones. – Ellas sonrieron emocionadas - Pero, Aurora me podrías guiar primero.

- Damon, encárgate de enseñarle a Leah el lugar. – Ordenó a secas. – No queremos pelear en un día tan lindo.

Impredecible tentación | #Wattys2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora