12. La vuelta a casa

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Cuando ya creí que James no iba a venir, su voz me tranquiliza y al menos se que él está bien.

- ¡ Sarah ! ¿ Dónde estás ? - entra en la habitación.

- Aquí James, con tus armas - segundos después la puerta se abre.

- Oh Sarah... - se agacha y me abraza - me tenías preocupado.

- James, me duele - consigo decir.

- ¿ Donde te duele ? - me suelta y mira el suelo - estás sangrando, ven - me coge en brazos y me sienta en la cama, va a por el botiquín - quitate la camiseta tienes un trozo de madera atravesándote la piel- me mete un trozo de la tela en la boca y le pongo mala cara - voy a sacártelo y va a dolerte, necesito que te estés quieta, ¿entendido? - asiento- a la de tres. 1, 2 - y lo arranca mientras grito y muerdo la camiseta. La saco de la boca.

- ¡ Djiste tres ! - no me hace caso y sigue curando mi herida, durante ese rato, nadie habla.

- Ya está - me incorporo - ¿ estás bien ? - asiento y me lanzo a sus brazos.

- Lo siento - empiezo a llorar. Le necesitaba aquí conmigo, no lloro por el incidente, lloro por tenerlo lejos y estar discutiendo, le echaba de menos - siento haberme enfadado contigo, tu solo querías protegerme y yo estaba tan empeñada con que recuperaras la memoria y... - me besa.

- Te quiero Sarah - es la primera vez que me lo dice - te quiero, cuando fuiste al Smithsonian lo primero que pensé fue en encadenarte, así aprenderías la lección, pero luego, me dijiste todo eso sobre mí y comprendí que a pesar de todo tu ibas a estar ahí para mí - hace una pausa - no tengo miedo de saber quien soy. Tengo miedo de que cuando tu lo sepas, te alejes de mí - baja la mirada.

Te quiero James - le acaricio la mejilla - sigo aquí, queriéndote como nunca quise querer a nadie y aquí seguiré, vas a necesitar algo más que un mal recuerdo para apartarme de tu lado - juntamos nuestras frentes.

- Pensé que no iba a llegar a tiempo. Si te pasa algo, no podré perdonármelo.

- Oye, estoy bien. Y tu también, eso es lo importante - nos besamos mientras acaricia mi costado, los besos se vuelven intensos y llenos de necesidad. Ahora me acaricia la espalda de arriba a abajo. Me acuesto en la cama y se coloca sobre mí, me quita el sujetador mientras su cabeza se pierde entre mis pechos, mientras, mis manos lo hacen entre sus mechones de cabello.

Desabrocha mis pantalones y yo hago lo propio con los suyos. Recibiendo una irresistible sonrisa de su parte y se quita la camiseta.

Me arqueo cuando mete uno de mis pezones en su boca, succionándolo mientras me baja los pantalones y las bragas, quedando completamente desnuda ante sus ojos.

Sus manos viajan directamente hacia mis muslos, buscando el botoncito mágico. Bajo sus pantalones y sus boxer dejando su miembro libre. Suelto un gemido al sentirlo por completo dentro de mí, moviéndose de dentro a fuera una y otra vez. Sus movimientos pélvicos me vuelven loca, haciéndome soltar pequeños suspiros y jadeos que rapidamente se convierten en gemidos de placer.

Me agarra firmemente de los muslos, moviendo sus caderas contra las mias, aumentando el ritmo con el paso de los minutos, lentamente me acerco al orgasmo, agarrándome a él con fuerza.

- ¡ Ahh !- grito, dejándome caer sobre la cama.

Él sigue moviéndose, buscando su propio orgasmo, mientras yo intento recuperarme del mío. Poco después se deja caer a mi lado. Veo como me sonríe. Le abrazo.

- Sarah, hemos estado demasiado tiempo aquí después del ataque, no es seguro quedarse, coge una mochila y coge lo necesario, nos vamos.

- ¿ Adonde ? - me incorporo en la cama a mirarle.

- No lo sé, lo vemos por el camino.

Al final pasaremos la noche en un hotel, es bastante sencillo y acogedor.

Mientras me doy una ducha, pienso en todo lo que ha pasado hoy. Si James no me hubiera enseñado a defenderme, sin duda alguna, estaría siendo el nuevo experimento de HYDRA.

No tenemos a donde ir y ahora corremos más peligro, nos han encontrado y no pararán hasta volver a hacerlo.

Cuando salgo del baño, James está sentado en la cama mirando un mapa.

- Déjame ver tu herida Sarah - me quito la camiseta y el retira las gasas - no habrá problema, en unos días estarás como nueva - vuelve ha poner gasas limpias y limpiar la herida.

Unos hombres con vestimentas negras y sin rostro me persiguen, no se que quieren de mi, siento frío, es de noche, consiguen atraparme, me hacen daño, grito, pero nadie me escucha...

- ¡ Sarah, Sarah despierta, vamos ! - James me agarra de los hombros y me zarandea, está asustado. Le miro mientras intento que mi respiración se normalice. Mis ojos se llenan de lágrimas y le abrazo - shhh, estoy aquí, estoy aquí - me acaricia el pelo, consiguiendo tranquilizarme - ¿ que soñaste ? No parabas de gritar y patalear. Cuéntame.

- Unos hombre me perseguían y me hacían daño - la voz se me quiebra y las lágrimas amenazan con volver a salir.

- Tranquila, todo va bien - me besa - estoy aquí contigo y no pienso irme.

- ¿ Qué vamos a hacer ahora ?

- Aún... Aún no lo sé - suspira - no tengo de quien fiarme, solo tú, no tengo a nadie más.

<< Suelo venir todos los días...>> la frase de Steve Rogers viene a mi mente, quizá el pueda ayudarnos.

- Yo sé quien puede ayudarnos. Mañana iremos a verle, pero no hagas preguntas y no protestes, es la única opción que tenemos. ¿ De acuerdo ? - asiente mientras frunce el ceño - vamos a dormir.

SEARCH AND DESTROY  (Bucky Barnes/ Winter Soldier )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora