Veintitrés semanas antes
Chismes que provocan daño no son realmente falsos
El sábado como predije no pude verme con Matthew por actividad familiar llamada noche de cine que duró hasta las tres de la mañana con el objetivo implícito de no escaparme. A pesar de que conocían a Logan seguí castigada. Y Matthew y yo nos quedamos con las ganas, además de que él quería saber los detalles sobre mi relación con Samuel.
Hice bajar a mis hermanos por las escaleras para que terminaran de quitarse el sueño, Luis se quejó y lo subí a mi espalda para que se callara. Odiaba el ruido por las mañanas.
Me detuve abruptamente al ver a Logan hablar con Catalina en pleno vestíbulo. Lucas me ayudó a bajar a Luis y caminé hacia ellos.
—Yo quiero ser su amigo... —interrumpí a Logan.
—¿Qué chingados haces aquí? —disparé.
—Cloy, los buenos días no están de más —me dijo mamá.
—No te pedí que vinieras.
Logan estaba blanco y pasmado al ver mi mal genio que crecía cada vez más al verlo ahí en mi casa, de nuevo.
—Quería aclarar un poco con la señora Catalina lo que había pasado entre nosotros. Decirle que no quise irrespetarte y tampoco la casa. Que fue un error, nada más.
—Hablamos de ti bastante este fin de semana —le dije—. Ya es demasiado.
—No es demasiado porque son amigos —me dijo mamá.
No iba a prolongar esa conversación así que me despedí, mis hermanos estaban detrás mirándome y esperándome.
—Logan vino a recoger a Cloy, ya pueden irse. Adiós mis hijitos —les dijo Catalina.
Tomé a Logan del brazo y lo saqué mientras me indicaba que su automóvil estaba afuera.
—¡No me dijiste que vendrías! No te creas muy listo. Tenemos una versión que mantener —espeté golpeando su auto.
—Y la mantuve. Vine a limpiar mi penosa reputación con tu familia. Eso es todo.
—Tenías que ser el chico que arma el problema y se va.
—Pues lamento si estás acostumbrada a eso. Yo me voy a quedar en tu vida. Si me dejas... claro.
Me sostuvo la mirada, me crucé de brazos desafiándole.
—Dime qué te dijo mamá.
—Que tengo buenas intenciones contigo, tal vez sí debí decirte que hablaría con ella, ya que me hizo muchas preguntas que no pude responder —contó con miedo—. Por eso se dio cuenta que nuestra relación es complicada. Al final me pidió que fuera tu amigo, que tus amigos te habían dejado.
—¡Maldita sea!
Le pegué al auto con el zapato. Al tomarme de los brazos me alejé de forma abrupta de él.
—Cálmate. Tú madre está preocupada por ti.
—No tienes ni una puta idea de lo que pasa con ellos —espeté señalándole con un dedo llena de furia.
Alzó sus manos algo aterrado, yo regulé mi respiración apartándome de él.
—Está bien.
—No creas nada de lo que dice Catalina. Te dijo eso para manipularte y que no te apartes de mi. Solo le convienes que seas mi amigo, porque cree que la gente que va al instituto son mejores que mi amigos.
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Descaradamente Problemática ©
Teen FictionLuchar en aguas turbias para alcanzar una rosa es la definición del masoquismo para Cloy, la rebelde, violenta y mal hablada que contrasta con toda su familia. Y eso no es lo que sabía Logan cuando él decidió insistirle por una amistad que, tras neg...