La complexión o naturaleza de mi ser ha infringido en crear, demostrar, accionar, provocar, impulsar... cosas por demás toscas y peligrosas por las situaciones que he provocado. En las sesiones Lauren me ha hecho ver que yo no tengo toda la culpa sobre lo que radica desde mi infancia y que en las otras sesiones con otros terapeutas aunque sabían mi diagnóstico nadie fue capaz de ser consecuente y por eso perdí la fe en no prestarle atención a mi interior luego que me adoptaron porque ellos me dieron toda la alegría.
Pero esos dolores y traumas siguieron allí.
Once semanas antes
Lamentos, recuerdos y culpas
Estar fuera en un jacuzzi con la temperatura usual de invierno fue una completa locura por parte de Luis y mía. Contemplamos el panorama a través de nuestra terraza mientras bebíamos chocolate caliente, reímos de lo miedosos de nuestros padres y hermanos de creer que si salían se les pegaba una pulmonía.
Catalina ni le importó que yo lo hiciese, a mi hermanito se lo negó en primera instancia, hasta que dos horas después de insistencia por parte de él, ella accedió solo unos diez minutos. Al acabársele el tiempo subió a llevárselo, entonces quedé yo pensando que si sería genial que comenzara a nevar.
Habíamos vuelto a discutir cuando me notó en el cuello un chupón que Steve me había dejado juzgándome como una zorra y si fuera poco quería saber a como dé lugar quién me lo había hecho. Ni se imaginaba todo lo demás que me había hecho ese chico.
Conseguí el modo de poder verlo sin que nadie se diera cuenta, en la hora de descanso de Steve que tomaba en las tardes de los martes y viernes, con la excusa que me quedaría estudiando con Mary Anne en una biblioteca cercana o a veces en la del instituto. Nuestros encuentros luego del muelle fueron en su departamento porque respetaba mucho su lugar de trabajo quedando como fantasía mutua.
En el instituto aunque Logan rehuía de mí, tenía a Mary Anne que me habían comenzado a caer bien porque además que me estaba ayudando éramos muy parecidas con nuestros ideales de relaciones, por supuesto a Hanck y al trío de idiotas de Jerry, Dickerson y James. Los roces con los demás del equipo habían cesado y mi interacción con ellos había aumentado de forma amigable.
Estaba mirando el celular pensando que si podría hacer un poco de drama con Samuel sobre mi chupetón y quejarme de mi madre con él, tomé un sorbo de chocolate sabiendo que no podía ingerir más por mis alergias cuando escuché un carraspeo garganta. Alcé la cabeza, Logan me miraba con expresión burlona y a la vez complacida. De alguna u otra manera no me sorprendió que estuviera allí.
—Debió de ocurrir alguna tragedia para que vinieras —comenté, poniendo el celular y la taza en una mesa al lado.
—Venía a disculparme por lo de la última vez —confesó metiendo la mano dentro del jacuzzi para comprobar la temperatura.
—Hilfiger supéralo.
—No puedo, no te traté bien. Fui en contra de tu voluntad, no pedí permiso para tomarte de ese modo. Fui un cobarde no yendo a buscarte para disculparme más que enviarte mensajes esa noche.
—No me trataste bien. Y no puse resistencia, relájate. Pensé que jamás me propondrías algo así, alguien que se disculpó con mis padres por hallarnos besándonos. Que te quede entendido que yo no siento nada por ti.
—Lo siento tanto. —Su cara era un cuadro de sufrimiento.
—Tengo tantas ganas de cortar esto contigo. Eres muy complicado. Si estás con Chelsea no trates de expandir lo pequeño que al principio ocurrió entre los dos.
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Descaradamente Problemática ©
Teen FictionLuchar en aguas turbias para alcanzar una rosa es la definición del masoquismo para Cloy, la rebelde, violenta y mal hablada que contrasta con toda su familia. Y eso no es lo que sabía Logan cuando él decidió insistirle por una amistad que, tras neg...