Shisui había partido como había dicho no sin antes despedirse de la chica quien amablemente había preparado algunas cosas que aún permanecían en ese lugar y del pequeño Sasuke sin despertarlo. Fue así como comenzó su viaje hacia la ubicación dada por ese enmascarado en aquella ocasión que se enfrentaron uno a uno dejando completamente derrotado al Uchiha pero que de alguna forma fue suficiente para que llamara su atención.
El día había transcurrido bastante lento sabiendo la situación de las aldeas y, por lo tanto, entrar como salir de alguna era lo más complicado. Cuando había creído haber llegado al lugar, una explosión llamó su atención al escucharse a unos cuantos metros de su ubicación y sin pensarlo más de dos veces se puso en marcha para llegar al lugar. Sin embargo, frente a él apareció ese espiral de nuevo y posteriormente al hombre enmascarado. Shisui se detuvo sobre una de las ramas del árbol al mismo tiempo que hacía una mueca de desagrado tan solo de pensar en la batalla anterior.
—Vaya, te doy la ubicación y te desvías del camino por una estupidez —se burló el enmascarado. —. Parece que tienes prisa, pero no te vas a mover de aquí hasta que me escuches.
—No quiero escuchar nada de ti. Vine porque me dijiste que Itachi estaría aquí y solo me topo contigo.
—¿Te importa tanto Itachi? —se río a carcajadas. —Si que eres solo un mocoso. Tu querido novio está ahora mismo enfrentándose al jinshuuriki de las tres colas con su pareja de la organización, pero no te aseguro que salga vivo.
—¿Qué?
—Uno de los dos va a morir. Itachi o su pareja, así que solo esperemos al resultado —Shisui intentó moverse, pero algo se lo impedía, sus pues estaban unidos a la rama y luchar era inútil. —. Parece que no fui claro: dije que no te vas a mover hasta que me escuches. Si Itachi sobrevive tú te unirás a Akatsuki, pero de lo contrario, te mataré aquí y después a los Uchihas que queden.
—Bastardo... —habló entre dientes. Pensar en que Itachi podría morir en el enfrentamiento solo aumentaba su temor, no podría aceptar saber que pudiese morir. Una vez perdió a una persona importante, no podría volver a pasar y menos tratándose de quien quería.
De un momento a otro, un silencio abrumador se hizo presente. Shisui levantó su mirada preocupado y el enmascarado sonreía detrás de la máscara encantado ante esa expresión. A su lado, apareció un ser extraño blanco y negro dejando a Shisui confundido.
—¿Y bien? —preguntó calmado el hombre enmascarado a su compañero.
—Itachi ganó —esas palabras aliviaron al Uchiha. —. Perdimos un miembro, pero tenemos al tres colas, ¿quieres que lo mate de una vez?
—No, este chico lo hará.
—¡¿Qué?! ¡Dijiste que me uniría a Akatsuki si Itachi sobrevivía, jamás mencionaste que tenía que matar a alguien!
No dijo nada más cuando el espiral apareció de nuevo llevándolo justamente a donde se había llevado a cabo la batalla: varios ninjas de la aldea estaban cubiertos en sangre, en un árbol se encontraba un tipo con la bata negra y nubes rojas siendo atravesado por la mitad y siendo sostenido por la gran espada. A su lado, Itachi yacía lastimado, tal vez se habría desmayado y de su ojo derecho parecía salir sangre. De la explosión extrañas llamas negras se esparcían lentamente por el bosque. Shisui quiso moverse a donde Itachi, pero por alguna razón seguía sin moverse pese a tener sus pies en el suelo.
El compañero blanco y negro se encargó de acercar el cuerpo del tres colas hasta frente a Shisui arrastrándolo y como si no pudiese controlar su cuerpo, tomó la espada que cargaba detrás de él y apuntó directamente al corazón.
—Encárgate de Yagura o yo mismo me encargaré de acabar con la vida de tu novio. La decisión es tuya. —amenazó el enmascarado.
Shisui miró el cuerpo del chico y luego miró a Itachi. Debía hacer lo correcto y con esto, sujetó firme la espada en sus manos, cerró sus ojos y con fuerza dejó caer la espada sobre el cuerpo.
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Apenas pudo abrir sus ojos se dio cuenta de la triste realidad en la que se encontraba viviendo en ese momento. Al dar un vistazo por su alrededor notó que se encontraba sobre aquella horrible cama y a su lado la persona que menos quería encontrar.
—Ah, Itachi-kun, al fin despiertas.
—¿Qué pasó?
—Todo lo que sé es que el líder me pidió que te curara y que mataste a tu compañero. Si que eres todo un asesino, Itachi-kun.
—Entonces Juzo murió... —dijo en suspiro. Se levantó levanta mente y se colocó la bata con dificultad debido a sus heridas. De pronto un fuerte dolor llegó a su ojo derecho haciéndole gemir de dolor y llevando su mano a la zona.
—Ese es el efecto del mangekyou sharingan, debes tener cuidado —se burló regresando a su trabajo. —. ¿No vas a preguntarme si te hice algo?
—No es necesario, sé que Zetsu estaba observándose, Orochimaru.
—Eres complicado, Itachi-kun.
Itachi caminó lentamente fuera de ese enfermizo lugar para toparse con Zetsu frente a él. No dijo nada, sabía que debía de seguirlo hasta donde estaban todos y tal vez tener que explicar lo que pasó con Juzo. Sin embargo, no tuvo que ser de esa manera ya que, al estar presente, Sasori mencionó que no les importaba en lo más mínimo haber perdido a un miembro cuando ya había uno nuevo esperando por ser su nueva pareja pese a las constantes discusiones entre él y Orochimaru por tenerlo de pareja.
—Buen trabajo. —habló una voz detrás de él dejándolo congelado en su lugar. No quería mirar, estaba seguro que sería una cruel broma de su mente escuchar la voz de Shisui.
—A partir de ahora tú y el nuevo miembro trabajarán juntos. —habló el líder caminando directamente detrás de Itachi. Giró su cabeza lentamente y se topó con aquella sonrisa cálida que tanto había extrañado.
Sonrió intentando convencerse de que tal vez Orochimaru le había metido alguna sustancia extraña en su sistema y ahora estaba viendo alucinaciones. ¿Cómo explicaría engañar la figura de Shisui caminando hasta donde él y llegar a verse uno al otro a los ojos? ¿Cómo explicar que odiaba tanto seguir viviendo ese infierno y ver a Shisui ahí? ¿Cómo?
